POLÍTICA

CFEGate

CFEGate

Foto Copyright: lfmopinion.com

Nadie espera de los priistas una rebelión en forma, pero al menos un gesto o mueca les sería agradecido

Cuando Ochoa Reza fue impuesto, algún desconcertado legislador tan sólo alcanzó a decir que no le quedaba más que abyección y en tan lamentable tesitura alzó el brazo para ungirlo.

Hoy decir abyección es piropo.

No sé qué sea más doloroso, si la sumisión o el silencio.

Es lastimoso ver al priismo humillado y encadenado a un barco a la deriva y haciendo agua.

Ochoa Reza fundó toda su presidencia, que no liderazgo, en un combate abierto a la corrupción. Cuidose bien de acotarla a tres gobernadores próximos a salir. En el camino se envalentonó contra el Comisionado del Deporte, pero más tardó en hablar que el Presidente en ratificar a su amigo. Osorio calló. Hasta allí llegó su valiente cruzada contra la corrupción más allá de lo permitido.

Antes de ello fuimos legión los que advertimos que la lucha contra la corrupción no era precisamente desiderátum de un Partido y que abierta la puerta no habría quien la cerrara. Después de lo de Castillejos supimos que dicha puerta nunca fue abierta y sólo había un diminuto resquicio franqueado para los chivos expiatorios designados.

Lo que nunca pensaron los priistas, ni quienes les impusieron al interfecto y menos quienes les advertimos de los riesgos, fue que Ochoa Reza tuviera más larga la cola que la lengua.

Un millón setecientos mil pesos de indemnización pactada fuera de juicio antes de impuestos. Hoy alegan que son sólo un millón doscientos después de impuestos. Pamplinas, un millón setecientos es lo que desembolso la Comisión Federal de Electricidad. Lo que haya tenido que enterar al fisco no deja de ser parte de la indemnización ingresada.

Un millón setecientos mil pesos por irse voluntariamente mandado a aparentar combatir la corrupción al y desde el PRI. Un insulto a toda la burocracia mexicana que vive con salarios de hambre. Una mentada de madre a un pueblo mísero y desigual cual ninguno. Un escupitajo a quienes nos comemos las uñas avizorando el 2017 y sobreviviendo el 2016.

¿Austeridad, disciplina financiera, reducción de la deuda? ¿Con esas indemnizaciones a los consentidos del sexenio?

Pero volvamos al PRI.

¿Qué van a hacer los priistas con ese cadáver que tienen por Presidente del CEN?

¿Con qué autoridad moral podrá enarbolar, ya no una causa, sino el más elemental debate? ¿Ése es el Torquemada que prendera fuego a la pira de Duarte y de Borge?

Y para colmo el gran polemista perdió la oportunidad de cerrar la boca cuando más se requería. Salir con que su liquidación que es legal y de uso y costumbre en la CFE, para luego argumentar que todo es un complot en su contra por su lucha anticorrupción fueron los dos últimos clavos en su ataúd político.

Puede que así se haya hecho siempre y que las leyes den para semejantes abusos y torceduras. El hecho es que simple y llanamente no es legítimo, decente, honesto ni sostenible; primigeniamente con los trabajadores de Comisión Federal de Electricidad y luego con el resto de los mexicanos.

Gracias a Ochoa Reza cabría preguntarnos si con los cambios recientes Videgaray, Meade y Miranda también fueron liquidados, uno por quedarse sin chamba y los otros, como Ochoa, por cambiar de silla. Me hago cargo de lo ruin del argumento, pero el CFEgate da para ello.

Complot, denuncia el excelso polemista que sin nadie que quiera polemizar con él terminó convertido en polémica. ¿Complot? Cómo, si firmó su liquidación antes de ser impuesto como Presidente del PRI y de anunciar su mentada cruzada anticorrupción. Ahora resulta que además de complotistas, sus malquerientes son oráculos.

Pero suponiendo que fuera un ardid para desprestigiarlo, ello no lo exculpa de haber sido millonariamente liquidado en un país muerto de hambre y desesperanza.

Y si sus enemigos optaron ese misil es porque él se los entregó en charola de plata.

Lo más lastimoso, sin embargo, es el silencio priista. Bien decía Leo Baek que "nada es tan triste como el silencio."

La disciplina priista es proverbial, pero esto va más allá de la disciplina, es de elemental sobrevivencia. Si querían una cara que enfrentar los embates por las historias de Duarte, Medina y Borge en el 2017, ya la perdieron e incluso ahora alinea con ellos y por delante, por ser él hoy más cercano al Presidente y, por ende, de mayor dolor en su zapato.

Nadie espera de los priistas una rebelión en forma, pero al menos un gesto o mueca les sería bien recibido, incluso por el propio Peña Nieto que está obligado a repensar su estrategia con ese caballo muerto en medio de la antesala electoral.

Desde que llegó este personaje al PRI señalé que había sido enviado para descarrilarlo con miras a una alternancia pactada en el 18. Imposible ver entonces que primero se descarrilaría solito.

Mi pregunta es qué van a hacer los priistas.

¿Se quedarán como el chinito nomás milando?

PS1.- Dice Ochoa Reza que el obús se lo recetaron sus perseguidos. Presiento, sin embargo, que no es así. Lo veo mucho más cercano a él. Posiblemente vino de parte de quienes buscan terminar de hacerlo su títere.

#LFMOpinión
#Política
#PRI
#OchoaReza

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: