POLÍTICA

House Nigger

House Nigger

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Además de ser más violento e implacable que el amo o el tirano, saca siempre beneficio de su traición

Los ha habido desde que hay humanidad. No importa su color ni raza. Sólo su actitud.

En Norteamérica eran los esclavos utilizados por los esclavistas para mantener a raya a los por ellos sometidos.

En su "Trilogía de Auschhwitz", Primo Levi describe magistralmente a los prisioneros que servían de prefectos y policías dentro de los campos de concentración.

En la Francia ocupada como en el Ghetto de Varsovia fueron conocidos como colaboracionistas.

En todos los casos fueron más extremos con los suyos que sus propios captores.

Jaime Ruiz Harrell en su obra El secuestro de William Jenkins consigna cómo Estados Unidos cambió su política invasora por una de becar en sus universidades a los hijos de la espuma social de México. Además de salirles más barato, decían, los egresados serían más fanáticos e implacables que los propios gringos para implantar las políticas e intereses norteamericanos en México. Hará falta otro Cosio Villegas para escribir la Historia de la difuminación de México.

No es nuevo, los romanos empezaron por llevarse de rehenes a los hijos de los reyes sojuzgados para evitar alzamientos contra Roma, al poco tiempo se dieron cuenta que era mejor regresarlos, ya romanizados, a gobernar a sus propios pueblos.

En México la figura nos viene de lejos. Cortés utilizó a la Malinche y a los pueblos sojuzgados para derrotar a los Mexicas y conquistar a ambos. Ya más en nuestros tiempos, el corporativismo no fue (¿es?) otra cosa que un instrumento de Estado para someter, controlar y manipular a las masas. ¿Quién mejor que el líder obrero para domesticar, vigilar y dirigir a la clase trabajadora? ¿Quién si no el líder campesino o del magisterio, o universitario para dominar vía la mascarada de la protección de sus derechos e intereses a las masas irredentas? ¿Y qué decir de los partidos políticos, instrumentos de control y manipulación de la participación ciudadana y del espectáculo en que se ha visto reducida la democracia?

Y en todos los casos, el House Nigger, además de ser más violento e implacable que el amo o el tirano, saca siempre beneficio de su traición.

No hay líder sindical, ni campesino, ni empresarial, ni mediático que no obtenga raja de sus servicios de control. Porque su trabajo es controlar, no representar y menos enarbolar los intereses de sus huestes sometidas a su égida.

Durante muchos años he trabajado con y en ejidos, y la constante siempre es la misma, salvo honrosas excepciones, que las hay. En la mayoría de ellos suele privar el beneficio personal de los integrantes del comisariado ejidal y su grupo afín, por sobre el general del ejido y el personal de todos los demás ejidatarios.

Hace años fui abogado de FONATUR y había ejidos a los que se les había pagado hasta cinco veces la indemnización de las tierras expropiadas, y sus ejidatarios siguen viviendo en la más ofensiva de las miserias, mientras que sus dirigentes son ya prósperos empresarios de la extorsión al gobierno y sometimiento de los suyos.

Hoy, el campo mexicano vive un porfirismo soterrado y silencioso, toda tierra ejidal con vocación de desarrollo, sea ésta inmobiliaria, industrial, turística o agropecuaria, ha sido comprada a precios de risa por especuladores asociados con comisariados ejidales y funcionarios y exfuncionarios agrarios. Pronto, las tierras que aún queden en manos de los núcleos ejidales serán inservibles hasta para la autosuficiencia. Por otro lado, quienes urjan de tierras se encontrarán (encuentran) con ejidatarios de postín, que no son otra cosa que especuladores voraces, desalmados y de prosapia.

Cervera Pacheco, que algo sabía de México, solía decirme que se equivocan quienes ven en la actitud sumisa y bonachona del ejidatario apocamiento, rendición e impotencia. "En su mirada huidiza y agachona, decía, se esconde y delata un resentimiento histórico y telúrico". El México Bronco del que hablaba Reyes Heroles, y que la voracidad de los Científicos redivivos se obstina en despertar.

Esta apropiación silenciosa de tierras y ejidos sólo ha sido posible con la colaboración de los House Niggers, ejidatarios que roban, someten, amenazan y extorsionan a sus parientes y vecinos, con la participación ignominiosa de autoridades agrarias corruptas e insaciables, en beneficio de quienes, jugando a los negocios, incuban revoluciones.

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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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