PARRESHÍA

Sánchez Cordero, ni cómo ayudarla

Sánchez Cordero, ni cómo ayudarla

Foto Copyright: lfmopinion.com

Entrevista emética

Pocas entrevistas, en mi ya larga vida, me han causado tal ofensa y enfado eméticos como la de la Secretaria de Gobernación hoy con José Cárdenas.

Empieza espantándose por el crecimiento del flujo de migrantes en México con destino a Estados Unidos con números a cargo de su guardia, es decir, bajo su estricta responsabilidad.

No habla de tiempos de Peña Nieto, sino de un crecimiento del cien por ciento en el mes de enero de este año con relación al mes anterior del año pasado. Los primeros dos meses del gobierno al que pertenece y del que responde en su ámbito de responsabilidad.

Y no es solo el número lo que le motiva al pánico, cuanto la mezcla y procedencia de migrantes; olvidando la política de brazos abiertos y el ofrecimiento de empleos suficientes y remunerados del entonces Presidente Electo un mes antes de tomar posesión.

Señala que hacen falta servicios de inteligencia para detectar posibles infiltraciones delincuenciales en las dinámicas migratorias, sin hacerse cargo que se refiere a los servicios del CISEN, en vías de desaparición y en abierta estigmatización.

Se le olvida, además, que en diciembre ella, personalmente, acudió como primer y protagónico acto de Secretaria de Gobernación a recibir a caravanas de migrantes centroamericanos a la frontera sur, con los brazos abiertos, promoviendo su flujo a un paraíso mexicano de empleo, libertades y seguridad, y denostando la política y servicios de inteligencia del anterior gobierno, que hoy se han de estar desternillando de risa.

Abruptamente cambió de una política y narrativa de brazos abierto a otra de "ahí viene el lobo", en una caravana "Madre" ya desmentida oficialmente. Se va haciendo uso que gobiernos nos desmientan todos los días.

¿Creerá que no hay memoria o que somos tontos?

Lo mas tristes es que tal vez solo siga instrucciones.

Lo mas grave, sin embargo, es que su nuevo discurso es en extremo autoritario, plegado abierta y abyectamente al discurso trumpiano y, producto, en automático, al regaño del yerno de Trump al Presiente de México en la casa del vicepresidente de Televisa.

Y todavía hay quien les cree su discurso símbolo de la mafia del poder.

PS.- Trump puede orinarse en nosotros, que para eso están los pleitos con España.




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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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