POLÍTICA

Trespatines y la Tremenda Corte

Trespatines y la Tremenda Corte

Foto Copyright: lfmopinion.com

Supongamos que ustedes y yo tenemos un negocio con un poco más de 130 mil puntos de venta en todo el país, en los cuales se realizaron el pasado domingo un poco más de 40 millones de operaciones de compraventa de cinco productos.

Al cierre del día recibimos un reporte preliminar computarizado de cada uno de los puntos de venta, con independencia que la documentación de cada una de las millones de operaciones se concentró en nuestras 300 sucursales regionales.

Uno de nuestros proveedores revisa el primer reporte y alega haber encontrado algunas inconsistencias.

Por primera respuesta le recordamos que aquella información defectuosa o dudosa, por políticas contables previamente acordadas con nuestros cinco proveedores, se encuentra concentrada en un rubro denominado reportes inconsistentes, mismos que están a su alcance en nuestra página de Internet. Pero, además, que una irregularidad en los reportes puede ser solo eso y no forzosamente una anormalidad en las operaciones, que de cualquier manera, le recordamos nuevamente, en nuestras sucursales regionales contamos con el documento original que concentra las operaciones de cada punto de venta, así como las facturas que consigna cada una de las operaciones en ellos realizadas.

De igual manera, que copia del documento que concentra los resultados por punto de venta se halla en poder de sus representantes que, le recordamos otra vez, estuvieron presentes en cada uno de ellos.

El miércoles pasado, en nuestras 300 sucursales regionales se revisaron los más de 130 mil documentos que consignan los resultados de las más de 40 millones de operaciones en los más de 130 mil puntos de venta.

Conforme a nuestras políticas contables, donde existía duda fundada, faltaban documentos o datos, se apreciaban violación del paquete con la información o eran evidentes errores aritméticos, nuestros auditores, en presencia de los representantes de los cinco proveedores, revisaron la facturación de cada una de las operaciones del punto de venta correspondiente.

Al final los resultados de esta revisión se correspondieron con los reportes de la noche del domingo.

Ahora el proveedor nos sale con que las más de 40 millones de operaciones están en duda y deslegitimadas. Impugna toda la venta dominical y pide se limpie.

Por supuesto está en su derecho de hacer de su vida un reguilete, pero pongamos por un momento en los zapatos del juez al que dice habrá de acudir:

-Buenas tardes su Señoría, vengo a impugnar la venta dominical.

-Buenas tardes. ¿Y qué es lo que impugna?

-Todo.

-¿Todo?

-Sí, todo.

-¿Y en que funda su impugnación?

-En errores del reporte preliminar de operaciones.

-¿El reporte preliminar o la auditoria de la documentación realizada el miércoles?

-El Reporte.

-¿Y en qué le agravia el reporte preliminar?

-En que fue manipulado.

-¿En qué sustenta su afirmación?

-"n que desaparecieron 500 mil, no, perdón, tres millones de operaciones.

-Bien. ¿En dónde desaparecieron?

-En el reporte.

-No, ¿en qué puntos de venta desaparecieron?

-En todos.

-¿En todos? ¿Aún en aquellos donde Usted vendió más?

-No allí no.

-Bueno. Porque no empieza por listarme cuáles son los puntos de venta en los que cree le robaron, cuánto le robaron y por qué cree que le robaron. Supongo que tiene Usted pruebas de su dicho.

-No Señor, Yo exijo se abran todos los paquetes, se revisen todas las operaciones, encuentren Ustedes el fraude y lo corrijan.

-Posiblemente sus asesores no le hayan informado, pero este es un Tribunal de Derecho. Aquí usted debe decir los hechos concretos en que funda su agravio, circunstanciando tiempo, modo y lugar, además de presentar pruebas objetivas que acrediten su aseveración. En otras palabras debe decirme en qué puntos de venta, qué irregularidad, cómo y cuándo, y, además de ofrecer las pruebas conducentes.

-¡Compló! ¡Compló!

-¿Querrá decir complot?

-Eso, ¡Compló! Que se abran todos los paquetes y se cuente una por una las operaciones.

-Eso ya se hizo en cada punto de venta, delante de sus representantes quienes firmaron el documento de resultado de operaciones.

-Exigimos que se legitimen las operaciones.

-Y por qué sostiene Usted que están deslegitimadas.

-Por fraude maquinado.

-¿Y en qué consiste el fraude?

-En un algoritmo que se introdujo a las máquinas para alterar el reporte preliminar.

-De ser así, la alteración hubiese quedado sin efecto al revisarse la información documental el pasado miércoles, ¿no cree Usted?

-No. Exigimos se rehaga la contabilidad o su renuencia a hacerlo será prueba del fraude.

-Entiendo su parecer, pero para que yo pueda proceder así debe Usted señalarme uno por uno los puntos de venta que impugna y las razones por los que los impugna. No puede decirme que todo está mal, que yo busque en qué está mal y rehaga operaciones que no han sido impugnadas.

-Ahorita mismo las impugno.

-Muy bien, ¿qué puntos de venta impugna y por qué?

-Impugno todo. Genéricamente. Impugno la venta dominical, su reporte, su contabilidad, su facturación, sus contadores, sus auditores, sus vendedores y compradores, el mercado, a usted, a mí, la ley, todo. Su responsabilidad es partir de cero, tirar al cesto de la basura lo hasta hoy actuado y volver a revisar todo desde el principio.

-Desgraciadamente la ley no nos lo permite. Usted está en su derecho de impugnar lo que quiera. Si quiere impugnar los 130 mil puntos de venta lo puede hacer, pero debe decirme qué impugna en cada caso, por qué y con qué pruebas.

-¡Denegación de justicia!

-Por respeto a su persona no le contesto que su impugnación peca de frivolidad, pero sí que de no fundar y motivar la causa de su pedir su demanda está condenada al fracaso.

-Juez vendido.

-Lo que tenga que decir póngalo en su demanda, ya que todo aquello que no esté en el expediente no lo podré considerar.

-Ya escuchará nuestros reclamos desde el Zócalo.

-Por desgracia tenemos que resolver con lo que obre en expediente.

-¿Van Ustedes a resolver de espaldas al pueblo?

-No, vamos a resolver conforme a derecho y lo que obre en expedientes. Si no nos dice qué impugna y cómo lo prueba su demanda carece de sustento.

-Estamos juntando firmas para que se abran todos los paquetes.

-En lugar de juntar firmas explíquele a sus seguidores qué dice la ley. No soy yo quien para recordarle que su negocio es de interés público y está obligado a fortalecer el mercado, no ha deslegitimarlo. Por lo demás, aquí rige la ley, no las firmas, y la ley dice en qué casos puedo abrir esos paquetes. Bien haría por empezar diciéndome qué puntos de venta quiere que revise.

-Todos. De no hacerlo será cómplice de la competencia.

-Y de hacer lo que me pide estaré violando la ley. ¿Cómo podría hacer prevalecer la ley violentándola?

-La ley que no es justa no debe ser obedecida.

-¿Y por qué opina que la ley es injusta? ¿Hasta donde sé fueron sus representantes, junto con los de los otros proveedores quienes la hicieron? ¿O no?

-Pues a mí no me obliga.

-La ley obliga a todos, a algunos aún más…

El juez no pudo terminar, una turba enardecida destrozando todo a su paso demanda legitimar lo aún por nadie deslegitimado.

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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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