EL BOOMERANG DE NUESTROS PAISANOS
En el artículo anterior bajo el título de "Aranceles y Espejismos" expliqué con datos ordenados las razones por las que la economía estadunidense, y particularmente los consumidores de ese país, de manera destacada los que se ubican en la franja de un ingreso máximo anual de $42,498 dólares, serían los más afectados ante una posible imposición gradual de aranceles del 25% a las mercancías que les exporta México.
Pues bien, como ya son tiempos de campañas electorales en el país del norte y en función de que hace tres años le funcionó al actual inquilino de la Casa Blanca su estrategia lodosa en contra de nuestro país – en parte ante la pasividad y condescendencia irresponsable del gobierno mexicano en turno -, para esta segunda ronda, la de reelección, las cosas parecen indicar que veremos una especie de "copy – paste", solo que en esta ocasión al peculiar republicano le resultará en un boomerang mortal, políticamente hablando.
En este tenor, el gobernante que cree que sigue en campaña, en vez de gobernar, lanzó su siguiente amenaza en contra de México, al asegurar que comenzarían las redadas y deportación masiva de cientos de miles y hasta millones de migrantes hacia México incluidos centroamericanos. La bravuconada trumpiana se vio aplazada ante las posibilidades de que el conflicto con Irán escalará a niveles bélicos.
Pero cabe preguntar, ¿qué significa esa segunda amenaza en contra de nuestro país?
Basado en los datos también publicados en mi libro al que hice referencia en el artículo anterior, "Diseccionando a Trump", ahora presento un resumen de los efectos negativos que tendría la remoción de la variable de mano de obra mexicana del mercado laboral estadunidense, utilizando los datos económicos oficiales del Gobierno de los Estados Unidos de América (United States Census Bureau) correspondientes al censo del 2013.
UNO.- En 2013 había 99´776,510 empleados en Estados Unidos de América, de los cuáles 22 millones eran hispanos y 13 millones mexicanos. Cifra esta última que representa el 13.71% del total de la fuerza laboral estadunidense.
DOS.- De tal universo laboral, un trabajador nacionalizado estadunidense, con las características del 32% de los votantes del Sr. Trump, cuenta con un ingreso anual promedio de $42,498 dólares, mientras que un mexicano gana $19,000 dólares al año, es decir, el 49.6%.
TRES.- La mano de obra mexicana en la industria del sector primario, en la industria y en los servicios, es tan importante para la economía estadunidense que representa un ancla en los costos operativos de la economía en su conjunto, al constituirse dicha variable como fundamental en el proceso económico completo. Así que el hecho de remover la mano de obra mexicana liberaría los controles sobre los costos de mano de obra, de operación y por lo tanto los costos variables y totales.
CUATRO.- Adicionalmente los puestos de trabajo que podrían quedar vacantes requerirían de un proceso largo y extenuante de contratación, ante la especialización, calificación y condiciones del trabajo; y por supuesto, con un incremento considerable en los costos de mano de obra - cercanos al doble de lo que actualmente se paga. Ello pondría en desbalance cuantiosos negocios que se podrían ver en la necesidad de cerrar operaciones, en función de que los márgenes de las utilidades EBITDA no tendrían amplitud para una modificación de tal nivel con tendencias deficitarias acumulables – pensemos además en los costos extras por la seguridad social que actualmente no pagan los empleadores a los trabajadores mexicanos.
CINCO.- De remover la mano de obra mexicana el incremento en los costos totales de la industria estadunidense sería superior al 1%. No obstante, ciertas industrias experimentarán una afectación mayor. En el caso de la industria de la construcción y del transporte el incremento sería del 2.5%, en hospedaje y alimentos del 3.6%, en salud del 5.1% y en administración del 8.2%. Para darnos una idea lo que ello representa, basta con decir que los márgenes de utilidades de las empresas estadunidenses rondan del 6 al 8%.
SEIS.- Lo anterior ocasionaría un incremento en el costo de la vivienda en todo el territorio estadunidense, de tal forma que para una vivienda estándar de 150 mts2, 3 recámaras, 2 baños, y garage para 2 autos, los aumentos serían de $4,584 dólares en Houston, $11,707 en Los Angeles, $5,188 en Chicago, $7,061 en Denver, $7,587 en Boston, $4,209 en Oklahoma, $6,233 en Burlington.
SIETE.- Por su parte en la industria de los alimentos, una familia de 4 personas pagaría $145 dólares adicionales al mes en sus compras de supermercado y hasta 200 dólares más en restaurantes de franquicia, siendo que el 40% de las familias hacen sus alimentos fuera de casa. Como ejemplo, por una hamburguesa sencilla de costo bajo pagarían $0.89 dólares de más, por costillas BBQ $1.57, por pizza jumbo $3.40 y por un combo familiar de pollo $4.49 dólares más.
OCHO.- El ingreso anual promedio de una familia estadunidense de $66,877 dólares con un nivel de gasto aproximado de $56,363, se vería expuesto en su proporción por concepto y como sigue: 32% para vivienda, 16% para transporte, 12% para alimentación e igualmente para salud, 10% para seguros, 4% para entretenimiento y 3% para ropa.
NUEVE.- Debido a las puntadas electoreras de algunos "líderes" de masas irracionales, las familias estadunidenses tendrían un incremento en su gasto anual de $56,363 dólares a $58,773 tan solo por la remoción de la variable de la mano de obra mexicana del mercado laboral de ese país. Para ver sus ahorros anuales disminuidos de $5,398 dólares a $2,987, es decir, una pérdida de $2,411 dólares.
DIEZ.- De suceder lo anterior, y ante una desesperada recontratación de la mano de obra mexicana, los daños serían irreversibles y las nuevas condiciones distintas. Los mexicanos regresarían a prestar sus servicios pero en forma organizada, contratados a través de organismos o asociaciones, despachos laborales, sindicatos u otros, por lo que los nuevos costos de mano de obra serían más elevados, destacando que además del incremento salarial, se requerirían pagar cuotas a dichas organizaciones intermediarias más el componente por la seguridad social a los trabajadores. Es claro entonces que se romperían los controles actuales sobre los costos operativos en los sectores productivos de la economía del norte; y ante el incremento en el índice de precios al consumidor vendría una pérdida significativa en el poder adquisitivo de la población de ese país, el consumo se reducirá y en poco tiempo la inversión decaería. Dos variables fundamentales en la demanda agregada de la economía estadunidense: consumo e inversión.
Ahora obtengamos cada uno nuestras conclusiones.
"El arte de la economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores."
- Henry Hazlitt –