PARRESHÍA

Simulación, pero del INE

Simulación, pero del INE

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¿No siempre fue su tarea validar apoyos?

Las encuestas deben tener un margen mínimo de error; de más menos tres son ideales, de más menos cinco aceptables. De mayor rango inservibles.

Pues bien, imagine Usted una encuesta con márgenes de error del 90%. Tal es el caso del sistema ideado, operado y controlado –totalmente- por el INE para recabar apoyos a independientes.

Los márgenes de errores la condenan. Que los hayan detectado la última semana condena al INE y a sus Consejeros.

Tras de una larga historia de capítulos semanales de informes validados, al final se percatan que todo estaba mal y que los aspirantes y ciudadanos le tomaron el pelo durante meses, sin que sus sesudas revisiones les arrojaran sombra de duda.

"Caracho, todo está muy raro", diría el buen Gilga: el Acuerdo de lineamientos para la verificación del porcentaje de apoyo ciudadano (INE/CG387/2017), dispone (Considerando 21): "En ese sentido, el Instituto Nacional Electoral ha desarrollado una aplicación móvil para recabar el apoyo ciudadano, misma que permitirá (…) recabar la información de las personas que respalden su candidatura, sin la utilización de papel para la elaboración de cédulas de respaldo o para fotocopiar la credencial para votar. Esta herramienta facilitará conocer a la brevedad la situación registral en lista nominal de dichas personas, generará reportes para verificar el número de apoyos ciudadanos recibidos por las y los aspirantes, otorgará a la autoridad certeza sobre la autenticidad del apoyo ciudadano presentado por cada aspirante, evitará el error humano en el procedimiento de captura de información, garantizará la protección de datos personales y reducirá los tiempos para la verificación del porcentaje de apoyo ciudadano."

Y ¡Sopas¡ al final del camino la aplicación móvil no sirvió para nada y el INE se hunde en el peor de sus acostumbrados enredos.

Basta ver los cuadros del reporte dado a conocer el viernes pasado, tras una semana de obscenas e interesadas filtraciones, en él el INE separa en dos trancos lo que siempre fue uno: en un primer subtotal habla de los "Apoyos en Lista Nominal (preliminar)" y luego en un total los "Apoyos válidos".

Sobra con oír a Ciro Murayama en su gira de declaraciones del día de ayer: en un primer filtro, lo que hicimos fue checar que los nombres aparecieran en la Lista Nominal e informamos cifras que siempre dijimos que eran prevalidadas, para luego revisar las credenciales y resulta que encontramos que eran de la farmacia del ahorro y no del INE. ¡Vive Dios¡

Es decir, durante meses solo revisaron nombres y nos dieron atole con el dedo con informes semanales. Ocuparon su y nuestro tiempo en verificar que los nombres entregados estuviesen en la Lista Nominal. Y fue hasta al final, y en una sola semana, que revisaron los documentos fuentes de dichos nombres y encontraron que el 90% estaban mal.

¿No siempre fue su tarea validar apoyos?

¿Por qué primero validar nombres y luego credenciales?

¿Por qué partir en dos la validación?

¿Por qué trabajar dos veces?

¿Por qué no revisaron primero la autenticidad del documento fuente antes de contrastar sus datos con la Lista Nominal, por qué anunciar cifras sin verificar su legitimidad?

¿Por qué hoy nos salen con preverificación de datos y luego validación de apoyos, si el juego siempre fue lo segundo?

¿Es eso certeza?

¿Es eso profesionalismo?

¿Es eso objetividad?

¿Es siquiera creíble?

Ahora resulta que el INE durante meses dedicó sus días y horas a verificar si los nombres capturados por la aplicación estaban en la Lista Nominal, pero a nadie se le ocurrió la peregrina idea de echarle un ojito a las credenciales.

La verificación, en palabras del propio INE consiste en autentificar la Credencial de Elector y contrastar sus datos con la Lista Nominal. Hablamos de un proceso integral, no en capítulos.

En otras palabras, todos los informes aprobados en Consejo no fueron de apoyos ciudadanos, sino de revisiones de datos en el Registro. Fake News.

Vayamos al lineamiento arriba citado:

• "Esta herramienta facilitará conocer a la brevedad la situación registral en lista nominal de dichas personas." Cierto y fue lo que se concretó a hacer el INE y nos lo vendió en informes semanales como apoyos ciudadanos y no como situación registral de datos.

• "Generará reportes para verificar el número de apoyos ciudadanos recibidos por las y los aspirantes." Falso, hoy sabemos que los reportes –preliminares- sólo preverificaron si los datos del ciudadano correspondían con los del Registro de Electores, pero no validaron la autenticidad del documento fuente y, por ende, el apoyo ciudadano. Luego entonces, ni la aplicación, ni el INE verificaron en tiempo real los apoyos ciudadanos. El INE, al romper en dos un solo y mismo procedimiento se hundió en el maremágnum que él mismo generó.

• "Otorgará a la autoridad certeza sobre la autenticidad del apoyo ciudadano presentado por cada aspirante." Falso y con ello violentó uno de los principios constitucionales que le obliga. Hoy, a ciencia cierta, nadie sabe qué fue lo que pasó. El aspirante no tiene en su poder testigo alguno que le permita contrastar con lo que el INE sostiene meses después de la captura. Lo único que se tienen son unos números de folio que el propio INE impuso. Déjeme tratar de explicarme: Usted me manda unas muestras de telas con su nombre y origen (Casimir de lana azul marino, Milán; Casimir lana poliéster, Japón, etc.), yo las recibo y asigno un folio interno y le contesto que quiero dos toneladas del A23rt071vwqñ/4432 y tres del aassw… Y le digo que tiene un tiempo perentorio de entrega de algo que solo yo conozco y entiendo: mi folio de control. En otras palabras, qué certeza puede tener alguien que capturó imágenes de credenciales y le aperciben con números de folio de captura del INE (Ojo, ni siquiera el número de folio de las credenciales). Con un agravante, la aplicación borraba la imagen capturada del móvil tan pronto era enviada al INE, dejando al auxiliar y aspirante en total estado de indefensión.

• "Evitará el error humano en el procedimiento de captura de información." El humano sí, el de captura también, el de verificación, a cargo del INE, no. Y no hablemos de filtraciones.

• "Garantizará la protección de datos personales." Sí, pero dejando en estado de indefensión al interesado que no sabe si todo lo que subió fue dado de alta, cómo fue dado de alta y procesado y si lo que hoy le reportan –meses después- es correcto.

• "Reducirá los tiempos para la verificación del porcentaje de apoyo ciudadano." Falso de toda falsedad, porque el INE verificó por separado datos y credenciales, cuando debió de haber realizado una sola verificación, no dos. Hoy quiere que en cinco días el aspirante revise el cochinero que hizo en un intento de validarlo bajo la simulación, ésta sí, de garantía de audiencia.

El INE está metido en un embrollo marca ACME, embrollo que él mismo creó y acrecentó con filtraciones que ponen en entredicho su imparcialidad.

Para colmo, daña honras y prestigios, amenaza con causas penales, ensucia la figura de independientes y deslava la de suyo alicaída democracia por sus torpezas y posibles sesgos partidarios.

Final y lamentablemente, daña derechos humanos de aspirantes, auxiliares y ciudadanos al no potencializarlos y sí cuestionarlos sin posibilidad material de defensa.

PS.- Llama poderosamente la atención, después de las filtraciones de la semana pasada, que el Director Ejecutivo de Prerrogativas comparta su preocupación ante los medios porque Ríos Pitter aún no comparece ante el INE. primero porque viola su obligación de secrecía, segundo porque la comparecencia es un derecho y, tercero, porque aún se está dentro del término. ¿Qué tanto le preocupa?

@LFMOpinión
@INE
#Independientes
#Simulación
#ValidaciónDeApoyos
#AppINE


Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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