Entre Salinas Pliego y AMLO, el amor acaba.

“Porque el sentimiento es humo, y ceniza la palabra; el amor acaba”, y en el del Grupo Azteca con la 4T todo parece que “se vuelven cadenas, lo que fueron cintas blancas”.

Por lo pronto Pliego ha sido excluido del Consejo Empresarial personal de López Obrador.

La Política Online informa que Andrés Manuel López Obrador está muy distanciado de Ricardo Salinas Pliego, principalmente porque no está conforme con la cobertura de los noticieros de TV Azteca y de la señal ADN 40 en lo tocante a la reforma eléctrica y, por sobre todo, por el poco apoyo que se observa en sus señales al proyecto de Sheinbaum.

Salinas Pliego fue uno de los principales apoyos entre el empresariado nacional al inicio del sexenio y en campaña.

Hoy, sin embargo, López Obrador está convencido que los intereses económicos de Salinas Pliego lo llevan a rechazar la reforma. A ello se suma el litigio de Grupo Salinas con el SAT y el protagonismo político del propio empresario que gustan poco en Palacio Nacional.

Hasta se ha llegado a mencionar en días recientes que el regiomontano valora la posibilidad de apoyar la creación de un nuevo partido. Para nadie es desconocido que el Grupo Salinas, tal y como se le conoce ahora, renació y ha vivido en amasiato con el poder poder político y, todo parece, hoy su propia sintonía en ese campo.

Pudiera entonces ser que Salinas Pliego apoye a un candidato diverso del de Palacio en el 2024.

Pero a López Obrador no le gusta el papel de despechada, y las tensiones de esta relación se traducen en efectos la cotidianidad presidencial. Así, van dos reuniones del consejo empresarial de López Obrador sin que se haya convocado a Salinas Pliego.

A su vez, el magnate ha pedido reiteradamente audiencia y es momento que no halla respuesta.

En todo este intrínguliz tiene mucho que ver la salida de Julio Scherer, quien tenía una relación privilegiada con Grupo Azteca, a través del cabildero Jorge Mendoza, padre del Director del Banco de Obras y Servicios.

Previo a ello, ya La Política Online había revelado que Carlos Slim está comprometido con el proyecto presidencial de Sheinbaum, lo cual ahonda el desaire salinista.

Por su parte, Slim no tiene mucho margen de maniobra debido al derrumbe y consecuencias de la Línea 12, lo que ligó su suerte, para bien y para mal, con la 4T.

Con Slim de su parte, López Obrador entiende que no requiere más favores de la cúpula empresarial, pero tampoco le gustan los desaires y menos de viejas querencias.

Con información de La Política Online.



Publicado en The Búnker.

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