A la escuela sin ton ni son
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Con el ciclo escolar iniciando el próximo lunes, el panorama de 24 millones de alumnos de educación básica es negro: casi la mitad de las entidades federativas, entre ellas la Ciudad de México, no pusieron en marcha acciones para atender la pérdida de aprendizajes ni para promover la salud socioemocional de sus estudiantes.
Lo anterior sin contar que no se cuenta con un Plan de Estudios estructurado ni conocido por los docentes. Lo que se dice es que el Plan de Estudios busca transformar de fondo el sistema educativo en estos grados escolares pero sin partir de un diagnóstico, evidencia ni una guía aterrizada.
“No queda clara la distribución de las responsabilidades entre los actores educativos, ni cómo contribuirá el nuevo plan a mitigar el impacto de la pandemia”, advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su análisis '¿La educación es prioridad para los estados?', el IMCO reprocha que a unos días del inicio de clases presenciales en su totalidad y en un contexto educativo que aún resiente los estragos de la pandemia, 13 entidades del país, entre ellas la Ciudad de México, no reportaron la implementación de acciones para revertir la pérdida de aprendizajes.
El IMCO identificó que la federación enfocó su atención a la rehabilitación y mantenimiento de las escuelas.
Y sin demérito de la infraestructura escolar para el regreso a clases, no es la única ni la principal problemática.
Acorde a las recomendaciones nacionales e internacionales, se observa que tanto el gobierno federal como los estados han desatendido dos áreas educativas prioritarias: la pérdida de aprendizajes y el desarrollo socioemocional de las y los estudiantes.
Con cifras de la Coneval, el IMCO detectó que la pérdida de aprendizajes y la atención de la salud socioemocional son los dos ejes con menos atención en México, mientras que seis de cada 10 programas educativos implementados en 2021 estuvieron enfocados en la rehabilitación de escuelas o el combate del abandono escolar, aunque en este tema más de la mitad (17) de entidades tampoco demostraron interés alguno.
La deserción escolar es uno de los problemas que más preocupan debido al impacto que trae sobre la formación de capital humano, la profundización de desigualdades y la reducción de la pobreza, pero a las entidades en México poco importó.
Se calcula que en México, 464 mil estudiantes de educación básica no concluyeron el ciclo escolar 2019-2020.
Durante las 53 semanas de cierre total de las escuelas, las entidades federativas tuvieron una caída promedio de 2.3% en la matriculación de las instituciones de educación básica.
Al comparar la cantidad de alumnos inscritos en el ciclo escolar 2019-2020 (periodo en el que inició la pandemia) y el ciclo posterior, se observa una diferencia de 656 mil estudiantes.
Pese a la disminución en la matrícula, menos de la mitad de las entidades federativas (13) reportaron acciones locales para remediar y prevenir el abandono escolar.
Una de las políticas más comunes fue la visita directa de profesores o trabajadores sociales a los tutores o a los estudiantes para invitarlos a inscribirse en el ciclo escolar. Entre los estados que implementaron este tipo de acciones se encuentran Aguascalientes, Coahuila, Durango, Jalisco y Estado de México.
Además, el cierre de escuelas y el distanciamiento social que vivieron las niñas, niños y adolescentes durante las etapas tempranas de la pandemia han sido asociados con síntomas de problemas socioemocionales como la angustia y la ansiedad.
Por igual, las condiciones económicas, de salud y sociales en el contexto de la pandemia aumentaron la vulnerabilidad de las infancias ante la violencia doméstica.
La estabilidad emocional y la seguridad personal de los estudiantes es una condición fundamental para el aprendizaje, por lo que los organismos internacionales han advertido sobre la importancia de implementar políticas que favorezcan la detección y la atención de casos de riesgo.
Las políticas de apoyo psicológico y detección de riesgos de violencia fueron las segundas menos implementadas a nivel local, solo después de las políticas de abandono escolar.
Entidades como Aguascalientes, Oaxaca, San Luis Potosí y Veracruz optaron por poner a disposición de docentes, padres y madres de familia y alumnos líneas telefónicas para ofrecer apoyo oportuno a casos de violencia o con necesidad de atención psicológica.
Con información de Crónica.
Publicado en The Búnker.
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