LO DE HOY

Sigamos las huellas del dolor

Sigamos las huellas del dolor

Foto Copyright: lfmopinion.com

Convirtamos enojos en avalancha de comunidad de dolores.

Serie Revocación
III




No sé Ustedes, pero si alguien me dice “no te enojes” cuando estoy enojado, me enojo más.

Así que no les voy a decir que no se enojen. No somos de palo, tenemos derecho a enojarnos y a procesar nuestros enojos como mejor nos funcione.

Lo que sí les voy a decires es que enojarse no es suficiente.

Hay que convertir el enojo en algo que genere identidad y comunidadconvertir el enojo en algo que genere identidad y comunidad.

Ello ante las respuestas ¡en apoyo! a mis análisis sobre la Revocación de Mandato. Lo que palpo en ellas es coraje y enojo. Repito, jusrificados y respetados.

Pero pongo un ejemplo.

En el “Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México” me confirman que Pedro Salmerón acosaba a cuanta mujer podía y, además, tiene un problema de alcohól muy avanzado. Incluso, que cuando se supo que llegaría a la dirección del Instituto de la mano de la 4T, muchas secretarias solicitaron su traslado a cualquier dependencia de la Secretaría de Cultura.

Bien. Qué pasaría si una vez que se nos pase el enojo contra el personaje, ponemos a Salmerón de ejemplo para que todas las víctimas de acoso sexual y sus familiares vean en él reflejada su huella de dolor .

Ejemplos sobran, cada uno de nosotros tenemos en nuestro haber y en el de nuestros seres queridos cicatrices infrinjidas por un desempeño malsano de este gobierno. Casos concretos, fáciles de entender y de compartir en el dolor.

¿Por qué López Obrador dedica su gobierno entero en hacernos enojar un día sí y otro también? Para que no compartamos nuestros sufrimientos y nos identifiquemos en el.

No soy quien para decirle a nadie qué hacer, menos si debe o no votar y cómo. Pero sí me permito respetuosamente recomendar que quien quiera hacer de su enojo causa, comparta en sus redes, en vez de muinas, ejemplos reales de lo que le duele de este gobierno sujeto, ahora sí ya, a revocación. Ejemplos que generen bolas de nieve de comunidad de propósitos en avalancha.

El enojo espanta, el dolor con—mueve.


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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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