LO DE HOY
Hora de definirse
Cuando estamos confundidos o dubitativos es cuando las personas tomamos decisiones equivocadas.
Publicado en El Ideario
Creo que cuando estamos confundidos o dubitativos es cuando las personas tomamos decisiones equivocadas; a tal punto, que no en pocas ocasiones nos vemos en la disyuntiva de escoger lo que llamamos ridículamente el "mal menor" y así, haciendo este tipo de elecciones nos hemos acostumbrado a prescindir de lo mejor y padecer una mediocridad que nos agobia, que nos tiene arrinconados y con miedo.
Nos gusta decidir en el anonimato, hablamos por "línea dura" -no vaya a ser que nos tengan "alambreados"- nos da un pudor absurdo presentarnos ante los demás con nuestras creencias religiosas, políticas y a veces hasta deportivas, ya no digamos con los comentarios políticamente incorrectos. Hay temas que ahora ni de broma se pueden mencionar, al final tenemos o conversaciones intrascendentes o de plano "vámonos al WhatsApp".
Hablando con mi amigo Luis Alberto Aziz -obvio por chat, no vaya a ser el CISEN- decidimos publicar este artículo en conjunto. Luis, que es un tipazo, es totalmente adverso al PRI y yo, Pancho Graue -por cortesía de Fox y Felipe- soy abiertamente priísta, Luis Alberto es creyente a secas -pero muy consecuente- yo me confieso de la vela perpetua -no muy consecuente-. Luis Alberto es lo que se llama una buena persona y su charro negro tiene una reputación de ser un tanto cuanto explosivo y otras linduras; pues así de diferentes, tenemos muchas cosas en común y una de ellas, sin duda, hoy ocupa nuestro pensamiento: México.
Concluimos que estamos un poco hasta las narices de que todo mundo vaya diciendo ¡Se va a terminar México si llega AMLO!, ya viene el nuevo Hugo Chávez, vamos a ser la nueva Venezuela.
¡Cuidado con Ricardo Anaya!, el joven dictador, es la reencarnación de Calles -obvio sin su inteligencia- Meade no podrá contra la corrupción, es muy bueno, pero lástima que esté con el PRI y luego viene el comentario estrella: ¡El que sea, menos AMLO! !!!!ahhhh shingaaaa !!!
Es por esto, que queremos compartir con ustedes nuestras reflexiones al respecto, entendiendo que cada uno de ustedes tiene su propia concepción política y esperando que entre todos tejamos un solo México en el que todos quepamos. Todos, sin excepción.
AMLO no es de izquierda ni de derecha, es de sí mismo y nada más. Su proyecto neocapitalista de Estado no es un peligro para México en términos abstractos, es un pensamiento lineal totalitario donde el riesgo más importante no son sus absurdas propuestas económicas -como eliminar el nuevo aeropuerto de la CDMX- ¡Es la libertad!
Sí, la libertad para decir lo que nos dé la gana a pesar de los políticos de todo tipo y signo, la libertad de emprender a pesar de los obstáculos más absurdos, la libertad para que hagamos lo que queramos a pesar de la maldita corrupción, la libertad para no estar de acuerdo en nada si esa es nuestra opción y la libertad de no ser libres si así lo decidimos.
México no es ajeno a un fenómeno electoral que se ha venido gestando en todo el mundo en los últimos años; las elecciones se han definido en los últimos tramos de las campañas electorales y siempre con resultados diferentes a los que mostraban las encuestas "tradicionales", ¿Quiénes han definido las contiendas en Inglaterra, España, Colombia, Francia, Canadá, Argentina y Estados Unidos? Dos grupos: los antisistema por un lado y los indecisos por el otro. Estos últimos son cada vez más numerosos y de difícil comprensión.
Los antisistema -que no en pocos casos tienen toda la razón- han encontrado eco a sus demandas en las "propuestas" de AMLO, hay un nivel creciente de enojo que ha dado vía libre a la visión que tiene AMLO de México: aquí nada sirve ni funciona, hay que poner todo a revisión.
Los indecisos, que hoy tienen en sus manos y en sus votos el destino de la próxima elección presidencial, expresan de forma mayoritaria su rechazo a AMLO, pero dudan ante las opciones reales que tienen: Anaya o Meade.
Ricardo Anaya es un hombre tenaz y astuto, que logró hacerse de la candidatura del Frente a un precio absurdo firmado en su acuerdo de Coalición con el PRD y MC y, que más temprano que tarde, hará que los panistas se arrepientan de su elección. Anaya es un buen polemista y tiene una campaña interesante, pero tiene un problema, no podrá gobernar. Es prisionero de una mentira. El Gobierno de coalición que nos presenta como la solución de México no es viable por dos razones: si bien la Constitución reconoce este tipo de gobiernos, no existe la legislación secundaria que lo haga posible, y en las condiciones en las que se dará la próxima Legislatura será imposible su implementación. Hasta allí llega su gobierno de coalición e inicia su gobierno de colisión. Segundo, un candidato que es corrupto y que miente será un presidente corrupto y que miente. ¿Es Anaya la segunda mejor opción? Sí.
Pero ni eso es suficiente si tienes la mejor opción para México.
Es posible que Meade sea la mejor alternativa para presidente de México desde hace muchos años, en él hay congruencia personal y profesional, experiencia e inteligencia.
Escogió ser el abanderado del PRI, en un momento en que el partido enfrenta uno de sus momentos más complejos y difíciles, y lo hace porque también ve la historia de lo construido, de las instituciones que se han consolidado y del país que hoy somos y del futuro que podemos tener.
Decidió no afiliarse al PRI, por que entendió que ante los extremos que hoy representan Anaya y AMLO, se requiere de un presidente integrador donde todos tengamos un lugar, sin el temor de ser excluidos o perseguidos.
Hora de definirse, nuestro voto es por Meade.
Pancho y Luis Alberto.
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