La justicia frena devastación ambiental del Tren Maya

La bilis corre suelta en Palacio Nacional.

Ayer, un juez federal otorgó la suspensión definitiva por tiempo indefinido a las obras del Tramo 5 del Tren Maya, las cuales cruzan la zona de selva entre Playa del Carmen y Tulum sin tener Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

Los "pseudoambientalistas" han ganado así la primer batalla al presidente López Obrador y su determinación de fijar fecha de inauguración antes de tener proyecto de obra.

"Que no se permita la ejecución de obras relacionadas con su construcción, infraestructura, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno", resolvió ayer el juez Adrián Novelo, en el amparo 884/2022, uno de al menos cinco que ha admitido a trámite y que fueron promovidos por grupos ambientalistas que se oponen al recorrido del tren por la selva.

La suspensión definitiva dictada puede ser combatida por el gobierno federal ante un Tribunal Colegiado, pero ello tomará meses.

Así, la vía más corta para reanudar las obras será presentarle al juez la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, una vez que sea debidamente autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).


Nadie por encima ni al margen de la ley, pero en el caso del Tramo 5 y cualquier obra emblemática de López Obrador, quisieron pasar por encima de la norma aduciendo causas de interés público y seguridad nacional. No obstante, lo único que han podido acreditar ante la justicia son prisas e incapacidades.

Actualmente, la MIA está sometida a consulta pública entre el 23 de mayo y el 17 de junio.

Una vez aprobada, como seguramente lo será, después de que tres altos funcionarios encargados de su procesamiento renunciarán hace unas semanas, el gobierno puede promover un incidente para que el propio juez revoque la suspensión definitiva, aunque esto no sería automático, ya que tendría que convencerlo de que los daños ambientales serán menores y justificados por los beneficios económicos y sociales del tren.

No obstante, una vez que Fonatur presente la MIA, los amparistas podrán ampliar su demanda para incluirla como nuevo acto reclamado, y solicitar al juez que también suspenda sus efectos.

Ese será el momento en el que la obra estará en mayor riesgo de bloqueo que podría prolongarse por mucho más tiempo que el actual.

El juez Novelo ha concedido cinco suspensiones provisionales, dos de las cuales ya confirmó el Tribunal Colegiado, precisamente por ausencia de la MIA.

La suspensión definitiva sólo es en contra de actos de Fonatur y de Fonatur Tren Maya, que son las titulares de la concesión para el Tren Maya y contratantes de todas las obras, es decir, no abarca actos de otras dependencias, como las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Las obras del Tramo 5 Norte, de Cancún a Playa del Carmen, serán ejecutadas por la Sedena, pero hasta ahora se desconoce la fecha de arranque o el costo que tendrán.

Fonatur, por su parte, dijo ayer que la suspensión judicial del Tramo 5 sur es vigente hasta que se resuelva de fondo la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), que actualmente se encuentra en trámite ante la Semarnat.

"La MIA contempla posibles impactos, pero que también prevé abundantes acciones de mitigación en favor del medio ambiente", dijo en un comunicado.

Los ambientalistas, no obstante, podrán ampliar sus amparos para impugnar la MIA y el juez tendrá que valorar si extiende la suspensión o permite la obra.

¿A quién culparán hoy en la mañanera?


Con información de Reforma.

Publicado en The Búnker.

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