Y Kushner tiene otros datos y derrumbes
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Y Kushner tiene otros datos:
“Hice un viaje de 12 horas a la Ciudad de México para darle mi mensaje directamente a AMLO: si México no actuaba de inmediato para reducir los cruces fronterizos ilegales, todas las apuestas estaban canceladas, incluido (el acuerdo comercial regional) el T-MEC recientemente negociado”.
Ya su suegro, Donald Trump, había denunciado que nunca había visto a alguien doblarse más fácil y rápido que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, en representación del presidente López Obrador, cuando negoció —es un decir— y aceptó el control militar del flujo migratorio, a cambio de nada.
Desde Palacio y la Cancillería las estrategias distractoras y malabares surtieron sus efectos, hasta ex funcionarios norteamericanos que observaron los dobleces de nuestro canciller fueron desvelando el daño a México de ceder sin nada a cambio.
Antes mal, nos impusieron el programa Quédate en México, luego vendría la amenaza de klos aranceles y la doblada epónima de Ebrard y López Obrador.
Todo ello se confirma en el libro de próxima edición de Jared Kushner, yerno y asesor especial de Trump. En él detalla su reunión de López Obrador en casa Bernardo Gómez, copresidente de Televisa, el 19 de marzo de 2019, donde sobre la sobremesa de la cena les alertó de viva voz las represalias de Trump:
“López Obrador prometió que le daría a Ebrard lo que necesitara para enfrentar la crisis. Consideré este compromiso como un éxito”, escribe Kushner en Rompiendo la historia.
A La Jornada el 21 de marzo de 2019, día del natalicio de Benito Juárez, López Obrador informó:
“El encuentro tuvo como objetivo avanzar en las negociaciones para echar a andar un programa bilateral para el desarrollo regional del sureste de México y en países centroamericanos, que involucrarían inversiones estadunidenses por 10 mil millones de dólares”.
Hasta la fecha Estados Unidos, incluso con Biden, no ha aceptado ningún programa bilateral ni ejecutado las inversiones multimillonarias anunciadas reiteradamente.
Por el contrario, en vez de programas e inversiones, confirmamos por texto de Kushner, lo que Ebrard, tras consultas con López Obrador dijo a Trump en la oficina oval de la casa Blanca:
“Después de eso (amenaza de subir aranceles) Marcelo Ebrard me miró y me dijo: ‘¡Señor: sería un honor tener 28 mil soldados en la frontera! ¡Sería un honor tener Quédate en México!’”
Kushner narra también que en aquella negociación Trump se burló de Ebrad aduciendo una posible invasión a México: “Ebrard estaba estupefacto. Pero cuando me vio reírme del chiste, esbozó una sonrisa y se relajó”.
Y ya relajado pudo mentir a los mexicanos declarando a la prensa que “fue bastante amable, positivo, agradecido con México”.
Hoy en las mañaneras se levanta la bandera de la defensa de soberanía por unas consultas por violaciones al libre comercio pactado, salvo que el libro de Kushner nos sale con otros datos al respecto.
PS. — Por, cierto, en todo esto no podría ser más lamentable la ausencia y mudez del Senado mexicano.
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