Europa y la hechura de la humanidad
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La Princesa Europa, hija de Agenor, Rey de Tiro, fue secuestrada por Zeus disfrazado de toro. Agenor envío a sus hijos a buscarla. Uno de ellos, Cadmo, desembarcó en Tracia y en Delfos preguntó al oráculo por su paradero: "No la encontrarás. Es mejor que busques una vaca, la sigas y la empujes adelante sin dejarla descansar; en el lugar donde se caiga de agotamiento, construye una ciudad". Así se fundó Tebas. Por ello, para Denis de Rougemont: "buscar a Europa es hacerla (…) Europa existe a través de su búsqueda del infinito."
Para Bauman, "Europa no es algo que se descubre; Europa es una misión: algo que se hace, se crea, se construye."
Europa inventó la Nación, hoy concepto y realidad en crisis. Al respecto, dice Habermas: el "Estado-nación no va a recuperar su antigua fuerza guareciéndose en su concha… Una política de autoliquidación –permitir que el estado sencillamente se funda en las estructuras posnacionales- tampoco es en absoluto convincente. Y el neoliberalismo posmoderno es incapaz de explicar cómo se puede compensar a nivel supranacional el déficit de competencias en materia de gobierno y de legitimación que aparece a nivel nacional sin nuevas formas de regulación política… Las condiciones artificiales en que se despertó la conciencia nacional son un argumento en contra de la suposición derrotista de que una forma de solidaridad cívica entre desconocidos solamente se puede generar dentro de los confines de la nación. Si esta forma de identidad colectiva se debió a un paso profundamente abstractivo desde la conciencia local y dinástica a la nacional y después a la democrática. ¿Por qué va a ser este proceso de aprendizaje incapaz de continuar." Y tercía Bauman: "Europa inventó las naciones. Ahora es el momento de inventar la humanidad."
Nuestro destino no es el Brexit, ni los muros de Trump. En un mundo interconectado el aislamiento es un impulso regresivo sin posibilidad de éxito.
Ante problemas globales requerimos soluciones globales.
La Europa que busca el infinito, esa que se hace y se crea todos los días, ha marcado el camino de la integración supranacional.
Hoy en el Día de Europa vayamos, como Cadmo en su búsqueda, sabedores de que jamás la habremos de encontrar, pero al buscarla la construiremos en un abrazo fraternal del género humano sin más distinciones que las huellas dactilares.
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