Alhelíes
Los alhelíes brotaron en mi jardín adelantándose al nuevo año. Son de buena suerte y anuncian el fin de la temporada de frio, aunque en CdMex todo está tan revuelto que quién sabe… Clarita y sus perritos perruchos andan haciendo travesuras y aunque se apuren tapando hoyos, la basura se acumula, el agua escasea y nadie en su sano juicio apuesta por el buen clima de antes, que las mordidas se acaben… y se hagan las buenas obras de antaño. Esta ciudad está ultra contaminada y dada al queso, salvo Iztapalapa donde las Utopías disque son remanso cultural y deportivo, en el día de los inocentes.
Fuera del centro y de las Utopías todo es Cuautitlán. Tráfico, asaltos, estafas, montachoques. Tenemos que avanzar en la ciudadanización y privilegiar nuestra condición sobre el Gobierno citadino, folklórico que prevalece.
Habrá que luchar contra el fanatismo de sólo un modo de pensar y actuar. De asegurar que siempre tienen la razón, con música y festivales de danza.
Como se sabe, la historia del fanatismo es la intolerancia, la sinrazón. A pesar de toda demostración contraria, se sigue pensando en un solo camino lleno de hoyos y basura.
¿Quién descarriló el tren? Por supuesto el famoso Peje, culpable de todo, o la Guardia Nacional, o el Andy, o el pinche Trump, o el amigo del amigo que vendió materiales y supervisó la obra.
Tanta fuerza $$$$ en la oposición y no pueden probar que el balastro está podrido y que fue un negocio de cuarta, en la 4T de Morena. ¡Qué inútiles son los comentócratas fifis!
En efecto, el pensamiento acrítico e intransigente ha sido factor de guerras y muerte de inocentes. Ha impedido y retrasado el progreso y la libertad de gran parte de la humanidad
Es urgente: debemos impedir que la corrupción se aposente, dejar de creer que del cielo llegará el maná que hará una ciudad respetuosa de los demás, culta, civilizada, sin negocios entre gobernantes y sus cuates. Un país sin trenes accidentados y culpables a modo antes de realizarse las investigaciones, sólo porque el espíritu mexicano así ha sido siempre.
Los periódicos y los comentócratas famosos destacados que antes recibían sus mordidas por aplaudir son, por decir los menos, una vergüenza para su profesión y oficio y van pintando de rojo el camino. Aplauden las desgracias y culpan de todo a la 4T. ¿Y las pruebas?
Ese es otro cantar, eso les importa un pito. El asunto es avanzar en el descrédito. Y lo malo, lo peor del caso, es que pudieran tener algo de razón, salvo que se pruebe lo contrario, en tanto estamos en modo investigación mañanera y en espera de la actuación de la FGR, que esperemos ahora ya no sea de lento actuación y mínimos resultados. Esperemos su informe pronto, así como el dictamen internacional prometido.
No estaría de más que los marinos regresen por un tiempo a la mar, que después del huachicol, del Cuauhtémoc, de Tabasco, de las aduanas y del accidente reciente navegan aturdidos y requieren de un tiempo de solaz y esparcimiento bajo el sol, sin huracanes y con buen tiempo. Pudieran esforzarse en cuidar nuestras costas de piratas yanquis. O de pérdida, esperar el apoyo de las siguientes generaciones de graduados.
Que 2026 nos agarre a todos confesados. Ahí viene Trump y la “revisión” del Tratado y la guerra contra Venezuela y la apropiación de su petróleo.
Más lo que pase en Colombia, la derechización del resto de nuestra América, la interminable guerra entre Ucrania y Rusia y la matazón de inocentes en Gaza. Más lo que se acumule esta semana de fin de año.
Todo está muy revuelto. Mientras tanto, disfrutaré de los alhelíes de mi jardín. Lo que tiene que pasar pasará, aunque no hagamos nada.
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