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Inminentes escenarios dantescos para el 2024

Inminentes escenarios dantescos para el 2024

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La creciente crispación social que vivimos se agrava con la delicadeza de los temas calientes que se discuten en cada espacio.

Carlos González Blanco
Colaborador invitado




Será el año en que los cárteles, descaradamente incursionarán en política, dominando instituciones; de hecho, en muchos sentidos, ya lo hacen.

Ya vieron que no les pasa nada, tienen una gran capacidad de renovarse.

Hoy son el quinto empleador de México y, por increíble que parezca, la empresa más rentable, excenta de impuestos y pago de cuotas al IMSS e Infonavit, y a salvo de sindicatos.

Son los beneficiarios de aberrantes fiscalías con 96% de ineficiencia.

Observemos la cruda realidad.

En el proceso electoral del 2021, fueron asesinados entre 91 y 102 políticos, 36 eran candidato registrados.

En el proceso electoral 2018 hubo 152 homicidios a políticos, de entre ellos 48 eran candidatos registrados.

En ambos casos, homicidios en la etapa electoral.

Son cifras de terror a las que parece que ya nos hemos acostumbrado como si fuera normal; ya ni siquiera es tema.

El ambiente para 2024, será más tenso, es inminente el crecimiento del terror.

La creciente crispación social que vivimos se agrava con la delicadeza de los temas calientes que se discuten en cada espacio.

Entre ellos:

• El endeudamiento estúpido por 2 billones de pesos para gastar en un solo un año, el electoral (un millón de millones de pesos equivalentes a $15,500 pesos por cada uno de los 129 millones mexicanos).

• Los libros de texto erráticos, retrógradas e ideologizantes.

• Militares cubanos, rusos y nicaragüenses desfilando en el zócalo retando con su presencia a los Estados Unidos.

• Militares cogobernando en áreas para las que no tienen competencia y, haciendo negocios, claro.

• Cárteles cogobernando, que ya cobran impuestos y toman decisiones que antaño estaban reservadas al Estado.

• El Peje sistemáticamente en Badiraguato, cuna del Cártel de Sinaloa.

• La abdicación de pueblos en Chiapas de reconocer como su opción de gobierno al cártel de Sinaloa, para que los proteja de otros cárteles.

• El cártel Jalisco, reiterando públicamente la amenaza de muerte a Omar García Harfuch y su posicionamiento como el cártel más fuerte de México, con presencia en casi todo el país.

• El estrangulamiento al Poder Judicial y la obsesión del Peje de cooptar del INE y al Tribunal Electoral.

• La masiva invasión de migrantes.

• Corrupción rapaz.

La lista de temas calientes, es muy larga y densa.

El repudio creciente contra el Peje y sus excesos, se convulsiona con el apoyo que le ofrecen sus incondicionales en todas las franjas sociales.

Unos por convicción, otros por ceguera derivada de su ignorancia y otros por deliberada ceguera motivada por recibir dinero.

El punto, es que toda la sociedad vive confrontada.

Por eso, el Peje se juega el todo por el todo, ganar a como de lugar, arrebatar o morir.

Apostará todo lo que tiene para agandallarse la presidencia, los congresos federal y locales, las gubernaturas y los ayuntamientos.

Todo es todo sin escatimar, sin importar los costos ni las consecuencias.

Esta locura amenaza con incrementar el terror.

Sin importar incurrir en delito, ni el endeudamiento público, ni la democracia ni nada, la puja ya empezó.

La locura lo ha llevado a montar campañas de marketing electoral ilimitadas para impulsar a su Claudia y para destruir a Xóchitl.

Al establecimiento de "NietzscheCall centers" que inundan el espacio virtual con propaganda morenista y destructiva contra Xóchitl y los partidos que la postularon.

A elevar la inversión de la compra de votos, disfrazado de pensiones populares.

Su método ha sido hacer campaña pública sin límites y propagandear como sea.

Lo hace cínicamente, con operadores disfrazados de su partido bajo el nombre de siervos de la nación pagados por el estado y ofreciendo servicios públicos.

Todo un cinismo.

Usa agentes adoctrinadores venezolanos y cubanos en diversos puntos estratégicos de México.

Como sea, su obsesión confesa en las mañaneras es aplastar en la elección.

Al costo que sea, pero ganar.

Ese es el escenario que amenaza a México y es atroz.

Durante el pejismo, México perdió irrepetibles oportunidades de capitalizar el comercio asiático y la obsesión americana de no dejarse arrebatar áreas estratégicas.

Fueron magníficas oportunidades de empleo desperdiciadas.

En lugar de eso, el Peje encerró a México en decisiones estúpidas y se dedicó a magnificar la ignorancia masiva.

La pobreza en México ahora es mayor, pese a su discurso y a las maquilladas cifras del Coneval.

La desesperación de familias enlutadas por la violencia, por muertos sin medicinas y por la cerrazón en el manejo de la pandemia evidencian un gobierno mediocre, miserable.

Preside la corrupción más feroz, rapaz y abigarrada de todos los tiempos otorgando contratos sin licitar, el saqueo es grotesco.

La mediocridad gubernamental es rampante.

Si gana el Peje, México padecerá más de lo mismo.

Inminentemente vendrá el colapso financiero, es inevitable, con esa deuda y con las crecientes dádivas que ya consumieron todas las reservas financieras, no existe ninguna posibilidad de evitarlo.

A este paso, nos saturaremos de migrantes y sicarios; de hecho, ya lo estamos.

México, ya no aguanta otro sexenio de violencia, mediocridad y saqueos.

México ya había repudiado esas malas prácticas gubernamentales de gobiernos anteriores que ahora se magnificaron con el pejismo.

La catástrofe de la economía es inevitable también por el progresivo cierre de empresas viables lastimadas por las extorsiones.

México colapsará porque casi todos los gobiernos estatales, y municipales operan con déficit en el gasto público.

Colapsará también el gobierno federal por el co-gobierno con cárteles que a su manera cobran tributos, mandan, se imponen y desplazan.

Ahora, co-gobiernan con militares y ello engendra otra complicación funesta.

Así está montado el escenario.

Luego entonces.

No podemos permanecer indiferentes.

O reaccionamos como sociedad, o colapsaremos en muy poco tiempo con toda esta debacle que nos amenaza.

Para vencer al Peje, se necesita primero, que no haya Peje.

De eso se encargará su deteriorado cuerpo o sus antropófagos políticos cercanos que no alcancen candidaturas ni contratos públicos de consolación o sus narco socios que resientan sentirse traicionados, o sus militares traicionados; su destino próximo es de muy mal pronostico.

¡No hay tirano eterno! Y Morena, es partido de un solo hombre.

Ese es su destino, pero puede tardar.

Ese, no es el camino de la esperanza ni el que nos toca impulsar.

Otro es una revolución, pero hay que derramar mucha más sangre y nadie quisiera poner la propia.

Las guerras civiles, las ganan los que sobreviven al final, los que las inician, alcanzan monumentos guapos y placas con sus nombres en calles céntricas.

Tampoco es la ruta.

Por lo pronto, sí hay Peje, está guerreando y debemos vivir con eso, más aún, debemos confrontarlo y vencerlo, antes de que nos haga más daño.

La única ruta es la de la civilidad, la del activismo social.

Justo el método con el que el propio Peje ganó de manera arrolladora e indiscutible en nuestra incipiente y trasnochada democracia.

Nos guste o no, él convenció, fue a las masas, tocó el piso social, fue a esperanzar a los marginados y capitalizó el hartazgo.

Exactamente, esa es la ruta.

Esa es la que siguieron pueblos como Italia con Meloni, el Salvador con Bukele y Sudáfrica con Mandela, e insisto, el propio México en 2018 con López Obrador, cuando estuvo medianamente cuerdo y había acreditado ser un luchador social que ofrecía esperanza.

Son ejemplos de pueblos que se hartaron de la estupidez gubernamental y con plenitud de dignidad buscaron la alternancia.

Esa es la ruta a la que le debemos apostar.

Hoy, es la única.

La preservación de nuestro modo de vivir y nuestra dignidad, nos impone el deber de luchar, con lo único que tenemos, que es la razón y amor a México.

¿Qué hacer?

No basta, reciclar nuestra credencial de elector, ni multiplicar nuestro voto con otros indecisos.

Claro que eso es indispensable, pero, no basta.

La fuerza del Peje y la de las gestas históricas, radica en el pueblo en la masa social de planta baja.

Esa que muchos perfumados perciben como nacos, que huele mal, que tienen malos hábitos de higiene.

Pero a pesar de eso, hay que ir por ellos, rescatarlos de su fondo.

No cometamos el mismo error histórico de "volver a olvidar a los olvidados", a los marginados, a los resentidos, a los mexicanos sumidos en la pobreza sin más esperanza que un milagro.

Debemos activar a toda la sociedad, para abrirle los ojos y convertirla en una sociedad con pensamiento informado crítico y objetivo.

Recuperemos el sentido de dignidad a todos los ámbitos de la sociedad.

Especialmente a esa, a la que vive en la planta baja del constructo social.

Debemos incidir en toda la sociedad, particularmente en los apáticos y en los renegados resentidos que equivocadamente se fanatizaron con la idea de un Peje redentor y se rehúsan a reconocerlo como un pervertido traidor manipulador miserable.

Hay millones de zombis fanatizados con el Peje y sostienen esa penosa condición, en muchos casos a cambio de dinero.

Es indigno.

No está fácil generarles conciencia de que su destino difícil será permanente mientras se mantengan en la mediocridad.

Menos fácil es hacerles entender que es consecuencia de su mediocridad y no del PRI como les dice su Peje mientras les da pensiones

Es muy difícil, porque a nadie le gusta reconocer su propia mediocridad y asumir conciencia del error y la necesidad de revertirla, menos cuando le cae lana regalada.

Eso, es lo que hay.

Esa es nuestra lastimosa realidad.

Esos son nuestros connacionales amargados que ahora se sienten orgullosos de ostentarse chairos y no se ofenden cuando su Peje los llama solovinos o mascotas.

Nuestra única oportunidad, es convencer y emocionar.

Nuestra única oportunidad, es emocionar con la esperanza de una vida mejor.

Rescatando del fanatismo a los ignorantes y resentidos.

Claro, sin dejar de convencer a indecisos, motivando al voto antimorena y abatiendo el abstencionismo.

No está fácil.

Es más difícil aún con el partido Movimiento Ciudadano viendo para sí mismo y su fortalecimiento egocéntrico inútil por ahora.

México paga hoy sus errores de crear políticos sin ética y de abandonar a los marginados.

Pagamos ahora las consecuencias de abandonar la educación pública a idiotas.

Así los escenarios funestos que impondrán un ambiente de terror en el 2024.

Activar a toda la sociedad es la única ruta.

El voto masivo en todos los cargos públicos por la opción que tenga más posibilidades de vencer a Morena.

Tenemos 8 meses para hacer esta tarea y convencer, emocionar con una nueva esperanza, motivar o 6 años y 8 meses para seguir lamentando no haberlo hecho.

La opción que ofrece la oposición, no es perfecta, más aún, es notoriamente imperfecta, pero es lo que hay.

Por ahora, es lo único que tenemos y eso la convierte en la mejor.

Es la única opción viva que tenemos los mexicanos para emocionar, para oponernos masivamente al peje.

Xóchitl, no nos defraudes.

No te equivoques.

Los partidos que te apoyan, ya traicionaron.

La lucha no depende sólo de ella o de los partidos con muy grave desprestigio que la acompañan.

México, es nuestro, el futuro es nuestro, estamos obligados a luchar.

La Patria es primero, por el bien de nosotros, de nuestros hijos, por el de todos los marginados, por preservar nuestro modo de vivir, estamos obligados a dar la pelea.


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Redacción LFM Opinión

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