PARRESHÍA

¿Qué hace falta para que lo entendamos?

¿Qué hace falta para que lo entendamos?

Foto Copyright: lfmopinion.com

Se puede o no ganar la presidencia, lo estratégico e indispensable es ganar el Congreso.

López Obrador ya lo confesó: Morena ganando la presidencia y perdiendo el Congreso dejaría de reinar y se vería obligado a gobernar. Pero si ganan Congreso y presidencia, antes de que termine su gobierno, en tan solo un mes, acaba con la Corte, los organismos autónomos, las Afores, la democracia, los medios y los partidos.

Leámoslo al revés: las oposiciones pueden no ganar la presidencia, pero si ganan el Congreso se acaba el despotismo de Morena: no más Lenías, no más Ernestinas, no más Taddeis; no más inconstitucionalidades, no más asignaciones directas ni opacidades, no más caprichos ni obras faraónicas, no más hijitos; no más mañaneras; no más lumpen.

¡Qué hace falta para que lo entendamos!

El 24 son las elecciones del Congreso. Se puede o no ganar la presidencia, lo estratégico e indispensable es ganar el Congreso, con ello se controla el presupuesto, el gasto y la rendición de cuentas. ¿Es tan difícil entenderlo? Para ello hay que ganar en 100 ciudades (Liébano Saénz, Milenio, 06 i 24), no en las redes.

Las elecciones se ganan en las casillas votando. Los likes y los reenvíos no votan.

Vota por ti, piensa en el Congreso.


#LFMOpinion
#Parreshia
#Congreso
#Elecciones
#Voto
#2024

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: