Un México en retroceso

A unos días de concluir AMLO su gestión de gobierno,ha cumplido con dos máximas que le han dado color a su figura de aspirante a rey de chocolate:

La primera, "al diablo con las instituciones", expresada en el 2006, pero, en su calidad de inquilino de Palacio Nacional, no dudo un instante en derrumbarlas, los ejemplos están a la vista. Y,

La segunda, "no me salgan con el cuento de que la ley es la ley", argucia que utilizó para imponer su voluntad.

Máximas que han tenido la complacencia no solamente de su rebaño guinda, sino también de los machuchones del país, acostumbrados a los enjuagues que más les conviene.

Este contubernio cínico ha llevado a México a la incertidumbre en todos los planos, al prevalecer la mezquindad de ambos personajes.

Para ellos, el mexicano de a pie,es un tema menor, el sistema de salud llamado "Dinamarca" y la estrategia de "abrazos y no balazos", en materia de seguridad, son los mejores ejemplos de su valemadrismo.

Pero, esos "pecados" que les generaban insomnio lo resolvieron con dádivas:

Incremento al salario mínimo. Y,
Con los programas sociales.

Para generar un impacto mediático de bienestar social.

Con esas acciones el tabasqueño y los machuchones crearon la escenografía de la prosperidad de los mexicanos.

Estrategia que les dio frutos.

En síntesis.

Este gobierno solamente mostró:

Que imperó en cada acción pública la pequeñez de su alma.

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