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Ten cuidado con lo que deseas.[...]
En esta dictadura del uno no hay violencia ni coacción, hay lo que hay: lo habitual, lo cotidiano, el paisaje; la obviedad, donde el poder es de nadie.[...]
Llámele si quiere...[...]
Los grandes enemigos internos del feminismo.[...]
La función hace al órgano, la simulación solo lo prostituye.[...]
Nadie siembra trigo con cizaña.[...]
Optamos por la mentira y vagamos en nuestra soledad sin identidad ni pertenencia. [...]
El pastor conduce al rebaño en el remolino de su ombligo.[...]
Le llaman popukismo pero miden necesidad de creer.[...]