EL IFE A LA DISTANCIA

Sofistas

Sofistas

Foto Copyright: lfmopinion.com

En su "Historia de la Filosofía" Klimke afirma que el contexto histórico de los sofistas "engendró en los espíritus la hinchazón y la insolencia. La constitución democrática de la República de Atenas dio ocasión a muchos jóvenes para cultivar el arte de hablar y persuadir, con el fin de obtener los cargos públicos. De esta manera, el estudio serio de la filosofía y de las ciencias se convirtió para cada uno en un arte peculiar de defender sus propias opiniones y, como decía Pitágoras, ‘de cambiar la peor parte en la mejor’. De aquí que muchos retóricos fomentasen la creencia de que no existía ninguna verdad objetiva, de que todas las cosas podían probarse y todas refutarse. Así fue como la palabra ‘sofista’ adquirió entonces aquél sentido siniestro, que todavía conserva".

"Los sofistas, concluye, enseñaban el escepticismo y el relativismo". Para nuestra desgracia los sofistas no son cosas del pasado y hoy en día siguen engalanando sus enseñanzas y actos con escepticismo y relativismo.

Hace tres sesiones del consejo general del IFE, el senador Andrade mencionó un asunto como parte de su argumentación. Ante ello el señor Zebadúa contestó: "Lo que no me parece es que, en violación al reglamento de sesiones, se aluda (nótese el verbo ‘aludir’) a un tema fuera de agenda… arriesgándose a poder ser advertido por el presidente del consejo… Esto si me parece también que es un asunto que vulnera la responsabilidad, la seriedad, la objetividad (del Consejo)".

Molinar lo secundó, el senador, según él, introducía (ya no aludía) "un tema ajeno al que se está tratando al día de hoy, en abierta violación a lo dispuesto en el Reglamento de Sesiones del Consejo. Creo señor senador, concluyó, que esta mesa que es la suya (parece que en esto también cambió de opinión toda vez que hoy opina que el IFE estará mejor sin el PRI), no merece esas admoniciones" (nótese como de alusión se pasa a la introducción a un tema ajeno a la orden del día y de allí se transmuta en admonición).

Andrade contestó: "No pedí que se agendara improvisadamente un tema, ni que se discuta este tema en este momento, me refería a hechos que han aparecido publicados en la prensa".

Pues bien, en la última sesión del IFE, que era de carácter extraordinario, la representante del PRD solicitó la inclusión de un asunto en la orden del día, cuando siempre que ello se ha pretendido, en éste como en los consejos antecedentes, se ha respondido que no procede por la naturaleza extraordinaria de la sesión, citada ex profeso para tratar ciertos asuntos.

Veamos ahora los argumentos de los consejeros en favor de la solicitud del PRD, sin perder de vista el antecedente de Andrade arriba citado:

1. Para Cárdenas no aceptar la solicitud es "una interpretación, desde mi punto de vista, muy restrictiva del reglamento que viola el derecho de los partidos políticos, el derecho de voz previsto en el artículo 41 de la Constitución… y esto es muy grave, que se viole la oportunidad de ejercitar el derecho de voz de algunos miembros de este consejo… y por tratarse de un hecho no aislado, sino como de un hecho que se repite continuamente". Conociendo al consejero y asesor jurídico del PRD, dudo que se haya estado refiriendo a la violación (utilizando sus propios términos) que sus compañeros hicieron al derecho de voz del señor Andrade y que él con su silencio, avaló.

2. Cárdenas, en una segunda intervención: "Se les está impidiendo (a los partidos), a uno de ellos, que pueda ser uso de su ejercicio a la libertad de expresión y pueda traer un asunto a la orden del día… están impidiendo la libre expresión y participación de todos los integrantes de este Consejo General, violan la Constitución, el derecho de voz; violan la libertad de expresión".

3. Zebadúa: "No veo por qué… no (se) pueda incorporar, como lo solicitó el PRD… un punto en el orden del día" (Cuando días antes una alusión era considerada como vulneración de "la responsabilidad, seriedad y objetividad" (?) del consejo).

Para colmo, si ayer se le prohibía al PRI aludir a algún tema, hoy, que se ha levantado de la mesa, es "conminado" a volver a ella. ¿Para qué? ¿Para que no pueda hacer alusión a temas incómodos a los consejeros? ¿Para que se siga haciendo de la legislación electoral y del IFE un remedo de la inconsistencia consubstancial a su Consejo General? ¿Para que siga desplegando la hoguera de vanidades en que se ha convertido? ¿Para que los consejeros sigan mostrando que "todas las cosas pueden probarse y todas refutarse", según la "hinchazón e insolencia" de sus espíritus?

Finalmente, es insostenible el argumento de Cárdenas de que el reglamento viola el derecho constitucional de voz de los partidos.

Permítaseme poner un ejemplo. La Constitución consagra como garantía individual el derecho de tránsito, pero esa garantía requiere de reglas para convertirse en acto, de otra suerte no serían necesarios leyes y reglamentos, bastaría la simple consagración de derechos en la Constitución. Si el consejero decide manejar su coche sin placas y sin licencia, a alta velocidad, en sentido contrario, en el día que no deba circular (el coche, que quede claro) y sin respetar las señales de tránsito, nadie estará violando su derecho constitucional al detenerlo y sancionarlo.

Si aceptamos su sofisma, el mismo reglamento de sesiones estaría violando el derecho de voz de los partidos; éstos, por su parte, en ejercicio del mismo, podrían tratar cualquier asunto en cualquier momento, sin orden ni concierto, todos tendrían derecho de hacer uso de la palabra simultáneamente, es más tendrían que estar en sesión permanente, toda vez que al sesionar en forma periódica se estaría conculcando su derecho de voz. El orden del día, las rondas de oradores, el otorgar o negar la palabra, e inclusive, la obligación de consultar al Consejo si continúa sesionando una vez que lo ha hecho durante determinado número de horas, sería violatorio de su libertad de expresión.

Nada nuevo bajo el sol, ayer eran conocidos como sofistas; hoy con otras denominaciones, pero igual naturaleza hacen del estudio serio de la política y de las ciencias un arte peculiar de defender sus propias opiniones o, como decía Pitágoras, "de cambiar la peor parte en la mejor". Jóvenes, al decir de Klimke, que han cultivado el arte (ahora mediático) de hablar y persuadir con el fin de obtener los cargos públicos. Y es así como la palabra ‘sofista’ conserva aún su siniestro sentido.

Cuando el Sultán Boabdil detuvo su sentido paso para ver por última vez a su amada Granada, sobre la cual brillaba sobre lo más alto de la Alhambra la cruz plateada de los Reyes Católicos, su madre, la Sultana Zoraya, le recriminó: "Llora bien como mujer lo que no supiste defender como hombre". No lloremos al IFE que en su momento no supimos defender.

#LFMOpinión
#Sofistas
#IFE
#JuanMolinar
#JaimeCárdenas
#EmilioZebadua

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: