EL IFE A LA DISTANCIA

Carta a Pablo Hiriart

Carta a Pablo Hiriart

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Carter de metiche

Monterrey, Nuevo León, 1 julio de 2000.




Sr. Pablo Hiriart
La Crónica de Hoy
Presente.-
Estimado Pablo.-

Lamento que el Sr. Carter ignore su papel como visitante extranjero. Más aún, lamento que la autoridad electoral no se lo haya hecho ver y le exija su cabal observancia. Para James Carter, su presencia en México obedece a trabajar "con todos los partidos políticos y el IFE para asegurar que su voto (el de los mexicanos) sea libre, justo y que refleje sus preferencias".

Corresponde exclusivamente a los mexicanos velar por la autenticidad de nuestros comicios. Todos los extranjeros son bienvenidos para conocer las modalidades de nuestros procesos electorales. Agradecemos su interés y presencia, pero les rogamos abstenerse de "trabajar" por nuestro voto y democracia, para trabajos tienen el voto y democracia de sus respectivos países.

Preocupa el calificativo de voto "justo" al que hace referencia, no sólo porque abre un peligroso ámbito de subjetividad en sus apreciaciones, sino por lo que implica de velada amenaza de descalificar nuestros resultados electorales por no ser justos, según su nacional parecer e interés, no obstante ser democráticos, legales y legítimos.

Por el contrario, me congratulo por las declaraciones del ex-presidente Boliviano Gonzalo Sánchez: "no venimos para interferir, ni para dar lecciones, ni hacer criterios. Venimos para aprender, a acompañarles y espero celebrar el éxito que van a ser las elecciones mexicanas del 2000". ¡Qué diferencia!
Bienvenido sean él y todos los visitantes extranjeros de buena voluntad.

Saludos
Luis Farías Mackey

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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