7 Consejos para disminuir las tensiones en tu hogar

1) hablar con amabilidad y no regañar bajo estados de ánimo alterados.

Sí corregir y poner orden, pero sin escándalos y gritos.

Las mejores correcciones son con tonos amables y reflexivos.

No humilles a tus hijos y si tratas de hacer que cambien las conductas negativas hazlo en privado y de manera comprensiva sin exhibir sus debilidades y errores.

2) trata a tus seres queridos con gestos amables y con un rostro positivo y alegre, de preferencia con una sonrisa.

Hay que dar la mejor cara, sin hipocresía, a las dificultades y problemas de la vida diaria.

3) Estar al pendiente de las necesidades de tu familia y cada uno de ellos, pues es más fácil atenderlas y salir así de nuestro egocentrismo cotidiano.

Reunirse a tratar de resolver juntos los problemas familiares y dar testimonio de que los padres somos los líderes del hogar.

Buscar una armonía entre lo que cada uno necesita y lo que requiere toda la familia.

Así tomamos en cuenta sus opiniones y la capacidad de cada uno para proponer soluciones.

Y así promover que entre los hermanos se queden a resolver sus necesidades y problemas y combatir la idea de que los demás están para satisfacer las tuyas.

4) Fomentar el diálogo cuando hay conflictos y dificultades, promoviendo el llegar a mutuos acuerdos y sobre todo inducir a pedir y a dar el perdón. Es un ejercicio indispensable para no dar lugar al orgullo, que suele atrapar a muchos miembros de nuestras familias.

Crear un ambiente de humildad y sencillez para que no predomine el empeño por romper la convivencia y el diálogo.

Perdonar no es una acción de debilidad ni un sentimiento, es una prueba de confianza y fortaleza.

Se logra así crear un ambiente de hacer las paces y de vivir más en armonía que transita en el enojo el coraje y hasta el odio.

El aprender a perdonar a los demás también induce a perdonarse a sí mismo, y no estarse atormentando con el autoflagelo y la culpa.

5) Fomentar la tolerancia y el respeto a las diferencias que todos tenemos.

Llegar cansado a casa no da derecho a hacerlo de mal humor y a desquitarse con el que pase en frente. Tolerar y tener paciencia es controlar los impulsos y lo estados de ánimo sensibles y negativos.

Se trata de dar ejemplo de que hay control y dominio de si mismo, a pesar de las condiciones en que se siente uno.

Y no tratar de controlar y cambiar a los demás, sino dejarlos ser. Y en caso de que las cosas estén tensas, no intervenir y actuar hasta que no se tenga un dominio pleno y tranquilo de las propias emociones.

6) Si vas a estar con tu familia, que sea lo mejor de ti y no lo peor. La calidad de tus palabras, acciones y propuestas que sean más positivas.

No importa que estés poco tiempo con ellos, pero si vas a estar que sea lo mejor posible. La mejor versión de ti, y no la peor. Se creativo, rompe rutinas establece nuevas maneras de convivencia. Trata temas diferentes y no busques traer los temas complejos y difíciles en la mesa y los espacios de reunión.

7) Más muestras de afecto y cariño en vez de palabras. Abrazos y caricias son muy importantes.

Expresar que los queremos y que tienen un verdadero papel muy importante en nuestras vidas. Por ello también llegar a casa con detalles y regalos sorpresa son muy apreciados.

Ojalá y los apliques y te sirvan.



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