SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL

HISTORIA, CULTURA Y LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte II.

HISTORIA, CULTURA Y LA SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL. Parte II.

En México nos podemos sentir orgullosos de la historia que tenemos. Nos ha hecho únicos e irrepetibles, igual que las características del "individuo". Somos entonces una nación extraordinaria y única.

El gran reto hoy es:
- ¿Podremos los ciudadanos estar al nivel de lo que esperaría nuestra nación? –
- Dado que no existen soluciones mágicas. Esas las creamos en la mente como reacción a nuestra comodidad y nivel de mediocridad. –
- Porque sin nuestra intervención cuidadosa y esmerada, no llegarán, nunca, los tiempos mejores. -

Las grandes civilizaciones no se hacen al azar. Ni por casualidad. Sin la suma de todos no hay nada. Empecemos por ser honestos, responsables, justos y humanos. Y recordemos que valores, educación y cultura no son sinónimos de escolaridad – eso es otra cosa, cuando el campesino más modesto puede ser el sabio por excelencia y el individuo doctorado un completo patán a falta de lo primordial: la humildad y luego de eso, la humanidad.

En este sentido surge la conveniencia de plantear las condiciones para los niños, jóvenes y para las mujeres, como grupos vulnerables de la sociedad, en cuanto al entorno desfavorable que muchas veces padecen. Que no es para menos el salir a librar batallas diarias tan solo por interactuar con entes que desconocen los principios básicos de convivencia y de respeto a los demás.

Es de sobra aceptado que vivimos tiempos difíciles y que el futuro para los niños, jóvenes y mujeres es cada vez más incierto. Porque el sistema económico mismo los ve como un número más, en una masa inerte movida por esa fuerza continua y constante "f" que es el consumismo. Y que para que perdure, los lleva a vivir una vida artificial, virtual, en la irrealidad, en la ficción, en el sueño de los que esperan por siempre la fortuna proveniente del azar, del dinero pedido en "los tres deseos", la vida fácil y mágica – como esa que ven en las películas, series, telenovelas y publicidades huecas por doquier. Aun cuando en su cotidianeidad y vida diaria, en esa que es la real, la vivan en forma diametralmente opuesta.

En esta época, la nuestra, la moderna y de los grandes avances, a las personas no se les ve como personas. Pero peor aún, cada uno de nosotros hemos concedido, puesto que las carencias individuales, familiares y espirituales las hemos sustituido por ese consumismo absurdo; los complejos de inferioridad arraigados por influencia ideológica también; las frustraciones por la falta de "logros" o falsos "triunfos" aún más.

El consumismo es hoy el refugio de la incomprensión misma en la que caemos todos por igual, pero en especial los grupos vulnerables de la sociedad/ Puesto que los medios así lo propagan, los falsos líderes, aquellos dedicados a la farándula o al deporte mercenario y hasta los políticos. Y solo para que unos cuantos lucren.

No obstante, en el hecho de recurrir a nuestra historia está la vacuna, el antídoto a la ignorancia y autocomplacencia. La historia nos hace regresar a la conciencia y así a la cultura: especialmente nuestra cultura, la mexicana, la que todos hemos edificado y de la que somos parte elemental.

Regresar a nuestra historia es la justificación idónea para reiniciar en la vida, para transformar ese punto de inflexión en caminos nuevos y ascendentes, para mejorar la vida misma con calidad de vida.

Reinicializarnos ya, ahora, desde hoy. Sin más espera ni más pretextos. No se pierde nada con intentar y, en cambio, las sorpresas y descubrimientos que haremos en cada paso, en cada fase, serán tan gratificantes que, de terminar, al hacerlo, siempre desearemos volver a comenzar.

Volvamos a la Sustentabilidad Individual. Provoquemos el cambio efectivo.

¡Empecemos pues ya!


"Sin claridad no hay voz de sabiduría."

- Sor Juana Inés de la Cruz –

Hugo Rodriguez B.

Hugo Rodriguez B.

Nací en Tlalpan, Distrito Federal y cursé tres licenciaturas: en Comunicación, en Derecho y en Economía. La Maestría en Administración y el Doctorado en Ciencias. Adicional a mis actividades académicas, destaqué en los ámbitos deportivo y profesional. Deportivamente, ascendí en dos ocasiones al Monte Everest y soy el único ser humano que sobrevivió una noche en las inmediaciones de la cumbre sin oxígeno, tienda de campaña ni sleeping bag, situación de sobrevivencia que me fortaleció en disciplina y determinación para lograr todo lo que me he propuesto en la vida. Adicionalmente crucé a nado en dos ocasiones el Canal de la Mancha. Además tengo el récord mundial de larga distancia en nado de mariposa de 70 kilómetros de Cozumel a Cancún. Fui galardonado con el Premio Nacional del Deporte en 1986 y el Deportista del Siglo en el año 2000 (con 55 deportistas más de diversas disciplinas). He sido considerado como uno de los deportistas de extremo y alta resistencia más destacados del mundo.

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