PARRESHÍA

Moches y mentiras

Moches y mentiras

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Mentir es también una especie de corrupción.

Sostiene López Obrador que por primera vez en la historia nacional se autoriza un presupuesto por mayoría, que siempre antes se había autorizado por unanimidad a base de moches y corruptelas.

Miente… una vez mas (Ver Mentira como divisa).

Nunca se ha autorizado un presupuesto por unanimidad en la historia parlamentaria mexicana. Ni siquiera en los peores tiempos del priísmo hegemónico.

Es cierto que los panistas inventaron los moches y los priístas los hicieron método parlamentario. Es cierto, también, que el Congreso a últimas fechas se había reducido a un mercado de iniciativas que se sometían al más vil trueque entre líderes parlamentarios; pero decir que los presupuestos siempre se sacaron por unanimidad no deja de ser mentira.

El problema de López Obrador es que se crea su propia narrativa y se la cree.

Y nuestro periodismo es uno de boletín, memoria chata y abyección gubernamental.

López Obrador vuelve a mentir con absoluta desfachatez, faltando a la verdad, a los hechos, al poder legislativo, al pueblo al que se dirige y a él mismo.

Mentir es también una especie de corrupción.

Corre el riesgo que le pase lo que a Pepito y el lobo.

Lástima.






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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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