PROHIBIDO PROHIBIR

El debate presidencial

El debate presidencial

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En síntesis, vi a C sin pasión suficiente para contestar con contundencia, aunque golpeó a X de manera certera, arriba abajo, pero sin noquear. Su estrategia fue y no pudo ser de otra forma, apostar por la continuidad de la Transformación.

Es una práctica común en los países democráticos y en los menos democráticos en busca de la consolidación y certeza de los ejercicios electorales, la organización de debates entre los contendientes.

Se trata de comparar y confrontar programas de gobierno, su diversa personalidad y empatía con los electores. Se trata de conquistar a la audiencia con habilidades como fortaleza de imagen, propuestas, viabilidad y vinculación con las necesidades de la población, consideración e importancia de los diferentes problemas a resolver, antecedentes políticos e ideológicos. Se trata también de prometer y prometer y asegurar que las carencias, ahora sí, se atenderán a cambio del voto del respetable, aunque en realidad nada lo asegure salvo la palabra del candidato, palabra muchas veces olvidada o mancillada. La corta memora tanto del político como del público elector, en general, es histórica, a tal grado que muchas veces pasa el primero no sólo como mentiroso sino con epítetos de corrupto, ratero, vende patrias y hasta asesino. Y el segundo simplemente se vuelve amnésico a su propia conveniencia.

En la época moderna de debates se sugieren respuestas cortas, rápidas, con golpes contundentes contra los adversarios. Se trata de mostrar ingenio y conocimiento sin pedantería.

En México se recuerdan algunos debates y sus prolegómenos icónicos como el “Hoy, Hoy, Hoy” de Fox cuando lo gente le creyó y ganó la elección presidencial para después ser recordado como el ‘Ayer, ayer, ayer’ y la presidencia compartida con Martita.

Asimismo, en 1994 la repasada que el jefe Diego les dio a sus adversarios para ganar el debate y ponerse a la cabeza de las encuestas presidenciales, hasta que desapareció y en pago cobró Punta Diamante y quien sabe qué más, dejando el camino libre para Zedillo y el Fobaproa.

Y en 2012 la icónica y breve seducción visual televisada entre la bella edecán del debate y Gabriel Quadri el contendiente rezagado a la presidencia de la República, que siguió en el último lugar de la contienda, aunque ahora ciego de deseo manifiesto por la guapa argentina.

El debate del domingo 7 de abril entre Claudia, Xóchitl y Máynez estuvo dominado por el exceso de temas relevantes en tan poco tiempo, que impidió paradójicamente un verdadero intercambio de ideas y propuestas. Cada uno de los participantes se esforzó por contestar lo que pudo y quiso de acuerdo al plan elaborado con anterioridad por sus equipos de trabajo y estrategias y no hacer caso puntual a las preguntas de una moderadora que abusó de su papel protagónico para insistir en su papel faccioso contra Morena, apoyando a la candidata X al hacer énfasis en las palabras clave para tratar de hacer más coherente, si acaso, sus intervenciones y repetir varias veces un par de preguntas hasta que X pareciera entender.

Lamentable fue el desperfecto de los relojes o su uso faccioso en favor de X y muy acertado el comentario de C, sobre ‘el robo de la bolsa de tiempo’ asignado a su contrincante. Ello será recordado como evento destacado.

Me sorprendieron gratamente las propuestas de Máynez y MC. Trajo frescura al debate que quedó a deber e hizo más llevadera la acartonada organización del INE.

En síntesis, vi a C sin pasión suficiente para contestar con contundencia, aunque golpeó a X de manera certera, arriba abajo, pero sin noquear. Su estrategia fue y no pudo ser de otra forma, apostar por la continuidad de la Transformación. Su Intervención me recordó algunos seminarios académicos donde al final del día no cambia nada y los ponentes manifiestan su interés en continuar sus investigaciones que serán publicadas, en este caso, a partir de 2025.

Vi a X nerviosa, sin chispa, ni ingenio, ni vulgaridades. Repetitiva y siguiendo el guion que le dictaron seguramente Alito, Marko y el resto de los X’s. Colgada con amplitud al aumento de programas sociales con nuevos nombres y colores de tarjetas. Sus ataques no parecieron hacer mella en C, que ni siquiera la vio, ni nombró por su nombre, y en cambio la vi descontrolada cuando recibió acusaciones serias de traficar influencias, contratos y recursos en su provecho y el de su grupo. Acusó recibo y asombro cuando la criticó Máynez con aquello de cero propuestas cuando fue legisladora sobre sus intereses actuales.

Vi a Máynez seguro y propositivo, aunque no parece será suficiente para salir del fondo de las preferencias de la contienda .

Creo que el primer debate presidencial será recordado por el poco efectivo nombre acusatorio de dama de hielo sin corazón a C, el robo de la bolsa de tiempo y la apuesta de Máynez al criticar a ambas mujeres aunque cuidando ligeramente a C, además de la mención a Ebrard.

El Instituto Nacional Electoral (INE), como de costumbre, se hizo bolas tanto en la organización como en la selección de moderadores. Ella, la famosísima Denise, también como de costumbre, con su conocido protagonismo parcial y él, aunque no aceptado al principio por morenistas, con una actuación mucho más imparcial y discreta, con un par de errores al leer las preguntas para C.

Ojalá durante el próximo debate se mejore la organización y la intervención de los susodichos contendientes sin repartir tantas pastillas de clorato al respetable.

En cambio, para ver un buen debate histórico busquen la confrontación entre un joven Kennedy en apogeo y un Nixon en fase de ser eclipsado.

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Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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