ELECTOGRAMA

No se calienten granizos

No se calienten granizos

Foto Copyright: lfmopinion.com

Indecisos y voto volátil

El diablo está en los detalles. Las encuestas se imponen con presencia enfadosa; sus interpretes atormentan noticieros y mesas de debates; el ser nacional pende de la última medición hasta ser desmentida por otra condenada a la misma suerte.

El margen es irreversible, claman unos; nada está definido, tercian otros; sabrá Dios, nos decimos en silencio.

De allí que el ejercicio de popgroup.mx caiga como brisa de rocío.

Ante nuestros ojos persisten dos datos que nos obstinamos en no ver: el peso de los indecisos y el de los votantes volátiles.

Los primeros son aquellos que aún no definen el sentido de su voto, entre los que yo alineo; los segundos son aquellos que cambian de decisión con cada programa de Tercer Grado o encuesta, entre los que caen un buen número de mexicanos.

Pues bien, juntando a estos dos segmentos, qué tal mi vocabulario demoscópico, no podemos más que coincidir en que la elección a estas alturas es tan imprevisible como un sismo.

Por ejemplo, la encuesta de El Financiero (14 v 18) reporta un 38% de indecisos. Para acreditar el margen: 10 puntos arriba de López Obrador a quien tiene de puntero con 28.5%.

Mitofsky (16 v 18) tiene a los indecisos en segundo lugar con 26.8%, frente a un Andrés Manuel con 32.6% y un Anaya con 20.5%. Sumados Meade y Anaya están dos puntos abajo del porcentaje de indecisos.

GEA (10 v 18) acusa 21% de indecisos contra 29% de AMLO, 24% de Anaya y 20% de Meade.

El propio POPGroup (16 v 18) trae 18% de indecisos contra 24% de Meade y Anaya empatados y 32% de López Obrador.

Pero no para allí, de aquellos que sí contestaron por quién iban a votar, un 43% podría cambiar el sentido de su voto, según la encuesta de El Financiero, 54.3% en la de El Heraldo (15 v 18) y 47% de POPGroup.

O sea, no sólo Andrés Manuel cambia de opinión un día sí y otro también, una franja considerable de electores juegan al switcheo y otra ni siquiera ha perfilado aún su voto.

¿Conclusión? No se calienten granizos, que esto está más indefinido que la salud de Andrés Manuel.


Ver estudio en POP Group.


#LFMOpinión
#POPGroup
#Indecisos
#VotoVolátil
#Encuestas

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

Sigueme en: