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¡Feliz día del Padre… miserables!

¡Feliz día del Padre… miserables!

Foto Copyright: lfmopinion.com

Separan hijos de sus padres y México y el mundo callan.

Debido a la llamada política de cero tolerancia, se cuentan actualmente alrededor de dos mil niños separados de sus padres, propiamente encarcelados y hacinados en galpones y bodegas adaptadas para su cautiverio hasta regresarlos a sus países de origen, quién sabe cuándo.

¿De qué se les acusa?

La gran mayoría cruzó México de sur a norte y junto con sus padres solicitaron asilo en California, Arizona. Nuevo México y Texas, debido a la pobreza y a la violencia, a la falta de oportunidades económicas, sociales y políticas o haber sido violentados sus derechos humanos. Las autoridades estadounidenses han aceptado a muy pocos, los demás han sido vejados y maltratados, para escarnio de otros que en iguales condiciones quisieran perseguir el sueño americano. Si de por sí el viaje es una odisea llena de peligros, abusos y robos para vergüenza de México, la aventura reproduce en los EUA prácticas inhumanas del inframundo de los ghettos, en pleno siglo XXI, en la civilización de la tecnología y la imaginación más avanzada que dejó a Julio Verne demodé.

Los niños encarcelados provenientes de Centroamérica y del Caribe, aunque también mexicanos, tal vez de Sudamérica, de la India, África y China, han llorado y resentido la separación de sus padres, que dicho sea de paso están en prisiones federales junto a otros reos ya sentenciados, en espera de ser deportados.

Esta política trumpiana ha sacado a la luz lo peor de su repertorio de crímenes. Es una conducta inmoral y falta de ética, aunque digan que es legal, escudándose en que se trata de indocumentados ilegales, legislación que aplican a conveniencia de factores económicos y políticos dominantes, según el ciclo de crecimiento, la demanda de trabajo y las elecciones y las propuestas programadas para cautivar a un electorado mayoritariamente embrutecido y bombardeado por slogans de campaña patrioteros. Un electorado duro cuyo voto es directamente proporcional a las más discriminatorias y aberrantes proposiciones por parte de los candidatos. Sin embargo, apartar a niños de sus padres es además, una sinvergüenzada que debiera de indignar a todo hombre bien nacido hasta lograr la intervención de la ONU y el resto de la comunidad internacional para condenar y acabar con estas prácticas de separación de familias.

Si acaso es legal la conducta de los oficiales de migración y la parafernalia ejecutada para martirizar a los dos mil niños encarcelados, para escarnio de sus padres, y de todos los padres del mundo, es tiempo urgente de cambiar la ley, La conducta humana y consecuentemente la política humanitaria, debe de estar por encima de leyes vergonzantes que solo fortalecen el status quo y no resuelven el problema original que es paradójicamente lograr mejores condiciones de vida. Es imperativo acabar con la estupidez que justifica conductas denigrantes por parte de la autoridad. Llámense leyes migratorias en los EUA o en México, leyes de seguridad interior, reformas estructurales como la educativa, la venta de insumos petroleros, bancarios, Fobaproa o privatización del agua y que insultan, martirizan, justifican y empobrecen a la sociedad en su conjunto y sirven sólo para arropar a élites de privilegio.

La razón fundamental de apoyar a gente en desgracia, como los que viajan en la Bestia a lo largo de nuestro país, o los que navegan en el Mediterráneo desde el norte de África buscando donde desembarcar no puede ser fundamentalmente cumplir con reglas burocráticas, sino contribuir a aliviar su desgracia, sin prácticas deleznables que significan la separación de la familias y el encarcelamiento de niños, si en última instancia se decide regresarlos a sus países de origen, lo menos que se debe exigir es hacerlo con dignidad, de lo que la Administración Trump comprobadamente carece. ¿Qué hacer? Elegir en nuestros países de menor desarrollo relativo, gobernantes patriotas y no negociantes de socavones, casas blancas y de Malinalco, estafas maestras, TLC ajeno a nuestros verdaderos intereses, siempre arrodillados frente a los insultos y la prepotencia del Imperio.

Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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