SUSTENTABILIDAD INDIVIDUAL

LA EXCELENCIA EMPIEZA CON LAS MUJERES.

LA EXCELENCIA EMPIEZA CON LAS MUJERES.

El pasado jueves 6 de junio tuve el privilegio de atender a la invitación de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias, A.C., Capítulo Ciudad del Carmen, para presentar la conferencia motivacional "Un Sobreviviente del Everest." Gran privilegio y honor porque el hecho de que tan finas y ejemplares damas, orgullosamente mexicanas todas, me hayan considerado, precisa para mí, una de las más altas distinciones a lo largo de mi vida.

No solo mujeres sino en adición empresarias, que significa un alto compromiso de cada una de ellas para generar las fuentes de empleo que requiere nuestra amada nación; y al mismo tiempo la entrega con vocación y determinación nobles para impulsar la evolución social permanente y la ayuda a las personas de su comunidad: empleo seguro, bien remunerado y calidad de vida para las familias.

- ¿Habrá algo mejor? –

Las mujeres han sido las verdaderas autoras y promotoras de la civilización humana con todas sus virtudes. Por ellas han evolucionado las sociedades y así seguirá ocurriendo. Desde las primeras migraciones de los pueblos nómadas, cuando las mujeres dieron paso a los asentamientos de los pueblos; posteriormente al provocar la constitución de las ciudades – nación; y hasta las edificación y desarrollo de las grandes civilizaciones. El Estado de Derecho cuando vigente y eficaz, se inspira en la esencia de las mujeres.

Hoy las mujeres han asumido un rol fundamental en la evolución social y económica de las naciones. Los hechos lo demuestran: son mejores empresarias que los hombres pues entienden también de la responsabilidad social paralela; son mejores gobernantes que los hombres dado que por el frente llevan la sensibilidad y en seguida la honestidad e integridad; y son incalculablemente mejores seres humanos que los hombres pues se apartan de la depredación al prójimo y a la naturaleza. Y además son madres, lo que las hace sagradas.

Al asociar el deterioro de un país cualquiera con el nivel de participación de las mujeres en la administración pública y en la conducción de los gobiernos, confirmaremos la premisa anterior. En México, por fortuna, la participación de las mujeres en la arena política y económica es cada día más intensa – que en la parte social, educativa y ambiental siempre han sido pioneras. Puede ser que la naturaleza de la mujer sea más limpia, más genuina, apegada a la vida misma, a los ecosistemas todos, que se encuentre intensamente ligada a la energía universal, al universo mismo. Y entonces de ahí se deriva la gran diferencia. Por lo pronto es urgente que en México tengamos ya una mujer presidenta, y que lo propio hagan los países del norte de nuestro continente, quienes ante lo abyecto, mezquino y trivial de sus vidas completas, han dejado ver al mundo la urgente necesidad que tienen de que ello ocurra.

Así que pude conocer y hacer amistad por siempre con Silvia Calderón, Presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias, A.C., Capítulo Ciudad del Carmen, con Adriana Obrador, Vicepresidenta, Itzel Arrazola, socia, Silvia González, asistente, y con muchísimas damas más, socias de la asociación, distinguidas y especialmente atentas. También con damas invitadas de la comunidad que con sus hijas e hijos acudieron a la cita. Lo que en conjunto me permite decir que ha sido una de las mejores experiencias vividas como conferencista.

La idea era que la conferencia fuese impecable, y así sucedió, nuevamente, por ellas y por las personas que con tanta generosidad atendieron a la invitación de la asociación. El evento no consistía en una simple plática sino en la coordinación de toda una logística relacionada con el tipo de auditorio, el tipo de equipo de audio y video, el montaje en el escenario, la iluminación, la especialización técnica del staff y más todavía. Todo fue impecable como nos lo propusimos en equipo, y en equipo lo logramos, pero con el liderazgo de tan admirables damas. Ya en el escenario Silvia Calderón me dijo que era la mejor conferencia que habían visto – por supuesto que me hizo el día y la noche completa. El objetivo se cumplió y la inspiración ha crecido en mi interior.

La presencia de varias niñas y niños fue para mí una sorpresa, primero intimidatoria, debo confesar, pero al final enormemente gratificante por el resultado. Pensé que al cabo de unos minutos los tendría literalmente dormidos en las butacas. Y es que a mis conferencias no asisten niñas y niños dado que el contenido está elaborado para personas de educación superior y adultos. Pero resulta que no solo estuvieron atentos sino que al término de la conferencia fueron de los más entusiastas, desde sus preguntas directas y sin rodeos, hasta su condescendencia de ir a saludarme.

Hubo luego un momento que literalmente me abrió el corazón, cuando dos nenas, Eli y Fanny, que practican del deporte con capacidades especiales, quisieron saludarme también. Son nuestros ángeles vivientes, niñas y niños en tal condición, los verdaderos luchadores y triunfadores de la vida, quienes ejercen con amor y ejemplo diario el equilibrio universal, permanentemente hacia lo bueno, lo correcto, lo justo, lo apropiado, son quienes mantienen vigente a la humanidad en el contexto de lo humano y lejos de la degradación constante amenazante. Por nuestros ángeles vivientes y las mujeres la raza humana continúa vigente y no caduca; y así la esperanza, la única esperanza, de que algún día el mundo sea mejor y la raza humana realmente humana.

Sus sonrisas iluminaron ese espacio e instante: nunca lo olvidaré y por ello digo, valió la pena haber sobrevivido aquella noche del 23 al 24 de mayo de 1997.

Entre las personas a las que tanto debo y quiero agradecer, de esta ocasión y de muchos años atrás por su apoyo, trato y sincera amistad, es a Luisa Obrador y a Adrián Pérez Barnés.

Gracias de todo corazón a todas y todos, y gracias por siempre, que el honor me lo llevo todo en el espíritu y hasta la eternidad.

"Tantos soldados para custodiar a una pobre mujer, pero yo con mi sangre les formaré un patrimonio a mis hijos."

- Josefa Ortiz de Domínguez –

Hugo Rodriguez B.

Hugo Rodriguez B.

Nací en Tlalpan, Distrito Federal y cursé tres licenciaturas: en Comunicación, en Derecho y en Economía. La Maestría en Administración y el Doctorado en Ciencias. Adicional a mis actividades académicas, destaqué en los ámbitos deportivo y profesional. Deportivamente, ascendí en dos ocasiones al Monte Everest y soy el único ser humano que sobrevivió una noche en las inmediaciones de la cumbre sin oxígeno, tienda de campaña ni sleeping bag, situación de sobrevivencia que me fortaleció en disciplina y determinación para lograr todo lo que me he propuesto en la vida. Adicionalmente crucé a nado en dos ocasiones el Canal de la Mancha. Además tengo el récord mundial de larga distancia en nado de mariposa de 70 kilómetros de Cozumel a Cancún. Fui galardonado con el Premio Nacional del Deporte en 1986 y el Deportista del Siglo en el año 2000 (con 55 deportistas más de diversas disciplinas). He sido considerado como uno de los deportistas de extremo y alta resistencia más destacados del mundo.

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