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Economía, ciencia cerrada

Economía, ciencia cerrada

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Visión reduccionista

A la hora de enseñar debemos tener especial cuidado de no caer en ciertos problemas esenciales, que en vez de conducirnos por una ruta de mayor comprensión y desarrollo, nos orillen a una visión reduccionista de la realidad y a caer en la hiperespecialización.

Es el caso de la ciencia económica que, por un lado, es la "ciencia social matemáticamente más avanzada, cuando, al mismo tiempo, es la ciencia social y humanamente más atrasada, puesto que se ha abstraído de las condiciones sociales, históricas, políticas, psicológicas, ecológicas, que son inseparables de las actividades económicas. Por eso sus expertos son cada vez más incapaces de interpretar las causas y consecuencias de las perturbaciones monetarias y bursátiles, de prever y predecir el curso económico incluso a corto plazo. El error económico se convierte, entonces, en la primera consecuencia de la ciencia económica." Nos indica E. Morín.

Con este claro ejemplo vemos lo que se necesita modificar en la forma de enseñar en las universidades; tanto el reduccionismo como la descontextualización del conocimiento nos conducen a una visión muy especializada que fácilmente pierde de vista el todo y las demás partes. Algo muy similar está sucediendo con la medicina, entre el médico general y los especialistas, y éstos entre sí.

El reduccionismo se convirtió en una manera simplista de querer transformar lo complejo en algo que fuera más sencillo.

Pero en esa errónea visión, se llevó al conocimiento a un ámbito de ceguera y distorsión de la realidad misma. Algo muy similar aconteció en tiempos del positivismo cuando se redujo el conocimiento a sólo lo que era medible y cuantificable, eliminando todo lo demás, como si no existiera. Particularmente los sentimientos y emociones humanos, como las pasiones, las alegrías e ilusiones. Igual que se llevó al extremo a las teorías conductistas, aún vigentes entre muchos estudiosos del comportamiento humano.

De ésta forma, "nuestra educación nos ha enseñado a separar, compartimentar, aislar y no a ligar los conocimientos, el conjunto de estos constituye un rompecabezas ininteligible", nos recuerda Morín. De aquí la importancia de que enseñar es como armar un rompecabezas, es ligar, unir, ensamblar las partes en un todo y comprender las partes, sin perder de vista el todo.

Saber un poquito de muchas cosas, o mucho de una sola, no te hace una persona educada; como tampoco estar enterado de lo que todo mundo sabe y se convierte en lo que en resumen hay que saber. Una cultura del reduccionismo y del resumen muy por encimita, que suele caer en lo simplista.

Basar la educación en un modelo semejante a la propuesta de las ciencias económicas, es parcializar nuestra inteligencia, es romper lo complejo del mundo en fragmentos separados, en fraccionar los problemas desde perspectivas muy reducidas.

La educación del futuro no debe seguir la ruta de una inteligencia miope, que termina por llevarnos a una ceguera mayor.

La comprensión y la reflexión del mundo en que vivimos, nos exige un juicio correctivo y de una visión de largo plazo, que nos enseñe a ver lo multidimensional del planeta y así pensar con responsabilidad los problemas y entenderlos todos en su conjunto.



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Guillermo Dellamary

Guillermo Dellamary

Dr. Guillermo Dellamary Soy un psicólogo, filósofo, con más de 30 años de experiencia y buscando ayudarte a vivir tu vida de una mejor manera.

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