RAÍCES DE MANGLAR

El ir y venir de la información

El ir y venir de la información

Foto Copyright: lfmopinión.com

Comunicación y ruido.

El flujo de la información es una constante tan importante que por algo hace necesariamente en su nombre analogía con el líquido vital. Es una suerte de ir y venir de la consciencia en grados muchas veces imperceptible. Lo anterior lo digo porque me parece irónico que este elemento de la vida diaria haya sido visto como una simple herramienta de valores puramente cuantitativos y no con el intrínseco valor humano que posee.

Sin embargo, no todo es espinas en la vereda. El matemático e ingeniero eléctrico estadounidense Claude Shannon demostró, tal vez de manera muy conductista, que se podía esquematizar a favor de una fácil comprensión de ese fenómeno que es la información. Francamente sería injusto catalogar a Shannon de positivista, pues su falta de visión en el espectro antropológico se debe a los tiempos que le tocaron vivir. A pesar de ello, su aportación al mundo de las ciencias comunicativas es enorme y sigue vigente en muchas de sus aristas.

A Shannon, como el genio matemático e ingeniero que fue, se le pidió encontrar una manera de identificar y eliminar el ruido a la hora de enviar un mensaje. Dicho de otra forma, conseguir que el mensaje llegará al receptor lo mayormente fiel posible a su emisión. El ruido es un factor inherente en cada proceso comunicativo. Es, además, un ejemplo de que toda información sólo puede aspirar al cierto grado de verosimilitud y que, mientras más lejos esté el receptor de quien envía el mensaje, existe una mayor probabilidad de toparse con él.

Es fácil intuir que la compañía telefónica que contrato a Shannon lo hizo por un interés genuinamente económico y sin considerar su importancia en las ciencias sociales. Al utilizar el esquema de su colega, el matemático austriaco Paul Lazarsfeld, Shannon agregó elementos que sin duda fueron visibles únicamente por el desarrollo de las entonces nuevas tecnologías de comunicación como el telégrafo, el teléfono y la radio.

El enfoque de esta primera generación de teóricos de la comunicación debe ser revalorada por su contribución para el estudio de ésta como un fenómeno, pero se deben tener reservas para su valoración como proceso.

La idea de una entropía existente sigue teniendo una vigencia arrasadora y es claro que sigue siendo utilizado aunque muchas veces no en la mejor de las formas. Podemos observar esto en las políticas mañosas de ciertas compañías telefónicas que utilizan el recurso ruido a su favor para incrementar sus ganancias.

Irónicamente (tal y como mencioné al inicio de este texto) lo que en su momento fue creado para detectar y eliminar un problema (el ruido) ahora tiene un fin completamente opuesto. La pregunta es, ¿algún día terminaremos con el ruido o seguirá presente de acuerdo a los intereses corporativistas?

#LFMOpinión
#RaícesDeManglar
#InformaciónyComunicación
#NotasComunicólogas

Francisco  Cirigo

Francisco Cirigo

En su novela Rayuela, Julio Cortázar realiza varios análisis sobre la soledad, exponiéndola como una condición perpetua, absolutamente fatal. Dice que incluso rodeándonos de multitudes estamos “solos entre los demás”, como los árboles, cuyos troncos crecen paralelos a los de otros árboles. Lo único que tienen para tocarse son las ramas, prueba inequívoca de la superficialidad de sus relaciones. Las personas somos como árboles y nuestras relaciones son ramas, a veces frondosas y frescas, a veces secas y escalofriantes, pero siempre superficiales. Nuestros troncos son islas sin náufragos posibles.

Sigueme en: