PARRESHÍA

Dueño del circo

Dueño del circo

Foto Copyright: lfmopinion.com

Peña, la campaña de Morena en el Estado de México.

Mientras el lavado del dinero del crimen organizado goza de cabal salud, la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera) ocupa sus días en las elecciones del Estado de México.

Así, el nuevo circo empezó ayer lanzando al estrellato a Peña Nieto como víctima propiciatoria. No es que el personaje no tenga cuentas por pagar. Las tiene y muchas, pero al igual que Lozoya y Robles, el avión y la revocación, todo en este gobierno es montaje electorero.

Decía ayer un amigo, preparen las palomitas que la función está por empezar. La elección en el Estado de México no tratará de sus problemas y soluciones, olvídense de los feminicidios, el hambre la inseguridad, el empleo, la educación, el hambre. Olvídense de los delitos acreditados de Delfina y del cacicazgo de Higinio en Texcoco, a partir de hoy todo será el nuevo show con Peña jugando, voluntariamente o no, de distractor y piñata.

De entrada, el primer episodio de esta serie cumplió ayer su propósito: nadie supo que Morena fracaso en su intento de construir una candidatura de unidad y su propia convocatoria anuncia violencia en casa.

Mientras les sigamos haciendo el juego al dueño del circo y, parece, de México.


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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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