¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?

Desde esa canción de Chava Flores, mi doble homónimo Arturo Martínez, fue el guionista y el director de una divertida comedia de enredos entre una pareja de amorosos bailarines frente a malosos gánsteres y padrotes. Casi como hoy ocurre en todas partes.

Antes, en 1950, Octavio Paz en El Laberinto de la Soledad, retrató las entrañas y el carácter del mexicano, en busca de la llamada ‘identidad mexicana’, donde al final de la fiesta prevalece una sensación de soledad, que es factor tradicional de nuestra condición nacional.

Es la contradictoria fusión entre dos culturas: la indígena y la española, para renacer todos mexicanos, con características singulares, virtudes y defectos específicos.

Un pueblo orgulloso, con la chingada y la tostada en su historia, sin aprender a disfrutar plenamente el presente y siempre en busca de un mejor futuro, especialmente cada seis años cuando cree ¡ahora sí!, que va a poder resolver las carencias, el pago de renta de la otra casa y otras deudas con el nuevo régimen.

Donde es esencial trepar para lograr una mejor posición social, ahora sí, salir de pobres, generalmente con mínimo esfuerzo y con el premio mayor de la ansiada lotería en la bolsa para ir de vacaciones a Acapulco o a la Isla del Padre, tal vez a Cancún, con toda la familia, incluida la abuelita y hasta el perico. Hasta el fondo. La última y nos vamos.

En esta mexicanidad se entiende el ‘mañana te pago’, ‘mañana te cumplo y me caso’ ‘mañana el PRI cumplirá y el Pan no robará más’ …y Morena mañana sí hará eficiente la administración pública de la 4T. Las mañaneras serán ejercicios de comunicación de avances y retrocesos y no foros repetitivos de enfrentamientos contra la manipulación de los medios.

Mañana será pronto lo mejor o ayer fue y no nos dimos cuenta.

O, como decía mi abuelo: ‘hijo, eres como las papas, lo mejor lo tienes enterrado’.

El problema es de siempre: ‘a niño ahogado se tapa el pozo”.

Sucedió con el AIFA, se construyó en tiempo récord un aeropuerto magnífico, como saben los que han ido ahí, pero sin modernas vías de comunicación …y sigue estando subutilizado y denostado. En tanto, el Benito Juárez está hecho un lamentable caos y no se ve quien ponga orden a ese concierto aéreo, con cada vez más usuarios, retrasos, cancelaciones, mal servicio y en general, pérdida de recursos y serias limitaciones de ampliación y modernización.

Desde los filtros de seguridad que tenemos que sufrir los usuarios, responsabilidad de una empresa privada y aduanas con marinos y la Guardia Nacional, como inflexibles revisores, generalmente jóvenes mujeres, que prepotentes impiden el paso de artículos como desodorantes de tamaño standard, muestras de pomos de chile o cremas cerradas contra la artritis, comida enlatada y otros bienes que no se decomisan en ningún aeropuerto del mundo.

Por su parte, los nuevos libros de texto gratuitos, un logro magnífico desde su creación, son criticados acremente por la oposición y apenas se están dando a conocer públicamente. Pocos los conocen y menos los han leído. Su elaboración pareció secreto de Estado, aunque presumen que en ello participaron desde expertos convocados, hasta maestros y lúcidos autores. Sin embargo, contienen equivocaciones y provocaciones inadmisibles, en medio de un tufo ideologizante de verborrea y patrañas anticuadas, por más que se presumen muy modernos instrumentos de apoyo a la enseñanza ‘integradora’, dejando de lado matemáticas y civismo, por ejemplo. Y Marx Arriaga, uno de los responsables del desaguisado, hace cómicas declaraciones.

Sin embargo, habrá que defender siempre la educación pública y mejorarla, aunque actualmente su horizonte haya truncado la mejor calidad por la cantidad que se ve atrasada, significativamente deteriorada.

Otro: la violencia está afincada en todo el país, aunque se informa que los homicidios van a la baja casi en 18%, en lo que va del sexenio de la 4T, las desapariciones han crecido casi en la misma proporción. Patrañas de la estadística.

Mientras tanto, los militares se regodean con sus tablas de sube y baja de delitos, asombrosamente la población en general no se siente segura y cada vez más las narcobandas mandan… a pesar de la certeza del ‘vamos bien, muy bien’, la Guardia Nacional se hará cargo y en casos sobresalientes desde luego, se ‘investigará’.

Las aduanas, asignadas a los marinos, siguen hechas un desastre y prevalece en Baja California la política de los listones amarillos, aunque de responsabilidad municipal, para controlar el flujo vehicular y permitir el paso controlado, lo que a todas luces es fuente de corrupción y confusión.

La migración incontrolada ocurre en ambas fronteras, pero especialmente en el sur, mientras el director responsable sigue protegido después del incendio en Ciudad Juárez y en Segalmex las investigaciones aparentemente continúan a paso de tortuga, mismo ritmo al que baila siempre con ella misma la autónoma Fiscalía.

Mientras, los migrantes, hombres, mujeres y niños, son liberados y asegurados desde cajas de tractocamiones donde hacinados los llevan al norte en condiciones infrahumanas.

Y el Tribunal Electoral distraído en simulaciones de violencia de género que no son contundentes, pero se ajustan a sus intereses de origen. La fuente original lo niega e incluso muestra la tergiversación de sus palabras. Es obvio, el Tribunal protege a la precandidata botarga y le pavimenta el camino para su mejor ubicación en la tabla. Lamentable la censura.

La militarización del país es otro pendiente en ciernes. Se ve lejano que regresen a sus cuarteles, en gran parte por ser la única opción dada la corrupción obvia de las épocas anteriores.

Se trata de limitar y acabar con los negocios privados con recursos públicos, aunque ya se han documentado negocios privados de militares. Son las contradicciones aparentemente irresolubles del carácter nacional.

Y la corrupción que parece pegada al hueso de lo público y lo privado desde Tijuana hasta Yucatán.

¿Cómo construir un país con identidad y valores comunes, menos polarizado, con mejor distribución del ingreso y la riqueza, con menor concentración de la riqueza, con desarrollo económico y educación y salud tipo Dinamarca?

¿O será todo esto hasta el próximo sexenio, cuando una corcholata o una botarga nos vendan nuevamente el paquete usual de promesas, unas de izquierda, otras de derecha, sueños de humo?

¿O será que nos decidiremos a dejar de construir castillos en el aire y lucharemos por hacer un mejor país, mas equilibrado, más justo, menos violento?

Un país sin oposición irreconciliable donde todos caben en una Patria única, indivisible y fortalecida. Donde priven las libertades y las oportunidades de progreso.

Cambiar los sueños de los mexicanos, de los que canta Chava Flores, es ‘tirarle a ser mejores’. En otras palabras: construir un destino común, afianzar nuestra nacionalidad y mandar a la tostada la insolente intolerancia.

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