PARRESHÍA

A mis amigos políticos que niegan la política cuando más la necesitan

A mis amigos políticos que niegan la política cuando más la necesitan

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Quiera Dios que mis amigos encuentren las fórmulas para abrir entre las cajas que sitian su casa un camino a la concordia propia de lo político

Las sociedades no mueren víctimas de sus contradicciones, sino de su incapacidad de resolverlas.
Paz

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Lejos quedan ya aquellos tiempos. Platicábamos entonces de la necesidad de abrir espacios y tiempos de deliberación guarecidos contra el síndrome electorero que todo lo confronta y arrasa, sin permitir jamás dar a nuestros propósitos una perspectiva que corra desde un pasado lejano a un futuro promisorio. La urgencia del instante electorero, posiblemente desde 1920, ha matado y mata lo importante nacional y político.

En aquel 2021 iniciamos una deliberación plural un grupo de amigos con el propósito de pensar un México a 50 años. Pronto sobre la mesa gravitaron las urgencias y decisiones del 24. Fueron las primeras que tuvimos de extirpar. Pero no acabábamos de hacerlo cuando se impuso la rijosidad imperante y la ola colectiva de culpar de todo al actual gobierno, en un acto reflejo de la similar inculpación que él hace del pasado.

Esa fue la tarea más ardua: desmontar los ánimos belicosos y vindicantes: No todo lo que se hizo en el pasado estuvo bien, ni todo lo que se hace hoy está mal, y viceversa.

Finalmente llegamos a la conclusión que nada lograríamos sin un propósito de reconciliación y arduo y paciente tejido político y social, sin generosidad y con mezquindades de capillas.

Fue así como escribimos: “Sabemos que es tiempo de sanar heridas y apaciguar los ánimos, de mirar el futuro con entusiasmo y generosidad, con decisión y firmeza para construir un México mejor. Es tiempo de atrevernos a lo extraordinario y hacerlo orden de todos los días, de civilizar el futuro e impedir su clausura. La división debe cesar. México debe ser uno, plural y solidario. Estamos conscientes de lo que hace falta (…) Pero antes, necesitamos reencontrar el catalizador que nos haga vibrar de nueva cuenta en sintonía”.

Traigo esto a colación —¡y no sin gran pesar!— porque veo hoy a amigos queridísimos entrampados con cajas a la entrada de su casa que ellos mismos colocaron y que no pueden desbrozar. Las urgencias del síndrome electorero los sitian hoy desde dentro de su propia fortaleza y las tapias que se autopusieron les impiden ver la luz de afuera y reciclar el aire viciado de intereses, cegueras, soberbias, mezquindades y protagonismos.

No nos equivocábamos entonces ni ahora: debemos empezar por reconciliar y ello implica hacer política, no negarla, menos entre los de casa.

Aquel proyecto de visionar un México de largo aliento, como el árbol de Demían, no muere, inverna. Mientras tanto, en las urgencias electoreras intra e interpartidistas, quiera Dios que mis amigos encuentren las fórmulas para abrir entre las cajas que sitian su casa un camino a la concordia propia de lo político, de suerte que la política reine entre los políticos.

#LFMOpinion
#Parreshia
#Politica
#Rijocidad
#Concordia
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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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