Felicitaciones públicas, regaños privados

Hoy en día todo mundo se cree “influencer “, hay más especialistas de ‘todo lo importante y de nada relevante’ que recién nacidos en China o en la India. Casi todos opinamos de la mar y sus pescaditos, de política económica y de política política, de cómo mejorar nuestras actividades sexuales sin movimiento ni contacto alguno, sin inspiración poética ni música, sin hombres, sin mujeres. todo robotizado… aunque sea Pay per view.

Seguimos oyendo de física cuántica incluso aunque nadie entienda ni haga caso… o que verdaderamente interese sólo a estudiosos o certificados “especialistas”.

Hay un sinfín de temas con sus respectivas explicaciones aparentemente racionales y los mismos con interpretaciones contrarias que también tienen seguidores que presumen ser racionales.

El quid del moderno asunto es la misión de sumar más y más consumidores en las cuentas individuales de redes sociales. Es la cantidad, no la calidad. Como en el cuento juvenil de las preferencias en las relaciones interpersonales.

Lo que importa son los certificados y los cursos de capacitación pagados, por más inútiles que en realidad sean.

La tecnología genera hoy las guerras mediáticas que son las armas modernas de destrucción de naciones, de gobiernos, de empresas, de proyectos y reputaciones.

Tanto en México con en los EUA, la sociedad está sumamente polarizada entre buenos y malos. Los de un lado y los del otro no aceptan que pudieran tener los contrarios alguna razón.

Se trata de destruir totalmente al contrincante sin importar que también pudiera tener alguna razón Las diferencias en cuanto a la concepción del mundo y cómo enfrentar y resolver los principales problemas de cada nación, grupo social o individuo no admiten matiz alguno.

Los otros reciben los insultos desde las populares mentadas de madre hasta calificativos de narcos, corruptos, traidores a la Sagrada Patria; con los pies en la tierra o volteados de cabeza al revés.

Uno no gana para vergüenzas. Mira que hacer el tango que han hecho por la exposición pública de un número de teléfono con el pretexto de ser privado, cuando es un número vinculado a las actividades oficiales de la periodista empleada del NYT, conocido por muchos y editado en internet hace años.

Y luego luego hacer públicos, como actos de venganza, los números telefónicos de la otra parte: del hijo o los hijos del famoso pejePresidente y de la próxima presidenta Claudia (según las últimas encuestas actuales con una ventaja entre 25 y 30 puntos, a 4 meses del día electoral).

Mientras ya se supo también que la ‘reshape‘ candidata de los X’s, con atuendo de señora de Las Lomas o del Pedregal, ya tiene muñeca Barbie con dotación infaltable de chicles y con número privado también divulgado por medio de las benditas redes sociales que dominan reacciones y contrareacciones.

A mi parecer sólo son distracciones de lo verdaderamente relevante: la discusión debió centrarse en la acusación repetida nunca comprobada, de vincular al famoso pejePresidente con negocios de narcos para recibir donaciones para sus campañas electorales, como recibe el PRIAN de simpatizantes empresarios, gobernadores y políticos afines, incluso del gobierno de los EUA al través de organizaciones privadas y eventualmente de grupos criminales.

Y como no pueden probar la basura que publican pues encargan a los especialistas de Trending topics, mover la bola, con la certeza de que lo importante es que crezca hasta el infinito... y más allá, sin importar si es verdad o mentira.

Este comportamiento se reitera en múltiples actividades diarias, en partidos políticos, que exageran la edad y capacidades de sus miembros hasta en las burocracias de funcionarios o servidores públicos como en el Instituto Nacional Electoral (INE) en México o Registrar of Voters (ROV) en California.

En ambos organismos públicos encargados de organizar periódicamente las elecciones presidenciales, que cada 12 años coinciden en ambos países, destaca una burocracia dorada que manda, disfruta del poder, y que cuida y protege a sus miembros, como la más clásica e histórica hermandad masónica de hacer negocios y sumar influencias.

Ambas tienen características similares: sus jefes se creen insustituibles, en su trabajo lo importante es aparentar que están siempre muy ocupados, aunque realicen actividades irrelevantes, se trata de hacer sobresaliente lo pedestre.

Las campañas de granjas de bots de desinformación virtual les sirven para justificar su fuerza desestabilizadora y generar miedos.

En este ambiente caliente de difusión y denostación entre contrarios electorales, cunden las descalificaciones y los insultos, las votaciones electorales primarias en CA continúan a paso lento en espera del día D del 5 de marzo.

Los votantes envían sus boletas electorales por correo, o las depositan en los centros de recepción ubicados en las oficinas centrales de ROV, librerías públicas y centros seleccionados a lo largo del Estado.

De acuerdo a información recabada, ha sido obvia la reducida participación relativa de votantes en esta elección, ya que la contundente confrontación será hasta noviembre una vez nominados los candidatos oficiales de todos los partidos y de los que únicamente tendrán verdadera opción los candidatos demócrata y republicano.

Hasta hoy las encuestas y la mayoría de los especialistas señalan que Trump será el ganador tanto en marzo como en noviembre. En principio presidente Trump habemus, salvo cambios trepidantes en el partido en el poder o decisiones del poder judicial estadounidense.

El perfil observado de votantes en ROV es el siguiente: la mayoría de ellos (aprox. 90%) son personas mayores a 50 años de edad, notándose sesentones y más. Muestran, en general, dificultades para votar electrónicamente en los BMD o máquinas de votación electrónica y de encontrar a sus candidatos preferidos en las listas electrónicas.

En general el votante mayor llega a ROV con desconfianza en el correo por lo que prefiere depositar personalmente su boleta. Llegan muchos con enojo, como expresión de la polarización existente.

Según se reportó, las boletas electorales además de la selección de candidatos y propuestas contienen insultos y mensajes como “Stop the War”, “Stop migration”.

Vale reportar el caso de una doctora que presumió su Phd y que requirió más información de los candidatos adicionales para concejales y demás. Y que después de varias alternativas de información frustrantes, se enojó aún más, se le atendió personalmente, votó y se fue contenta. El enojo se diluyó en su sonrisa.

La red de espionaje que impera en ROV llevó a que me llamaran para responder mi conducta ante la jefa del área, una mujer atenta y de hablar suave.

Con sorpresa recibí múltiples felicitaciones por haber manejado con éxito el caso que escaló al segundo piso del edificio cuando logré que un joven atento le diera la información escondida que requería. Mi apoyo motivó que mi jefe directo intentara reprender mi actitud, mi comportamiento por “sobreatender” a la votante citada. Lo que seguramente más le molesto, es que yo fuera quien recibiera las felicitaciones y no él. Condición humana.

Como dijera mi estimado Raúl , el papa’ de mi nieta Regina, mi consentida: “las felicitaciones deben de ser públicas… y las reprimendas privadas”.

Así podríamos contribuir a acercar los polos políticos distanciados y contribuir todos con menos insultos y perversidades a consolidar mejores países al mejorar la organización de elecciones democráticas.

Menos bots, menos manipulación informativa del NYT, y demás. Menos locutores perversos y acostumbrados a la asociación delictuosa con el poder político, menos reiterados invitados a programas múltiples de mesas de análisis donde repiten insultos y denostaciones como el excremento que balbucea el expresidente del INE al calificar al presidente, pero no a Calderón, a quien en público le dijo, palabras más o menos, “te recuerdo que yo te ayude’ a llegar al puesto donde estás”, sino al actual contestatario y promotor de la libertad de expresión aunque también le critiquen hasta y desde la vocería presidencial de los EUA; son dicen los que saben, mensajes cifrados.

Los bots mandan y más mandan los que los pagan.
Hacen ruido, calientan el ambiente, influyen, pero confío en que nunca triunfará la emoción momentánea del votante, sobre su mejor alternativa probada a la hora de decidir y ejercer su derecho.

Todos sabemos qué conviene más a todos, aunque en la democracia se gana y se pierde… el PAN por ejemplo, sólo duro 12 años en el ejecutivo federal. ¿Cuántos más estará Morena en el poder?

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