El Gran Premio

El ganador se lleva todo. ¡Seis años en la presidencia de la República!
Se dice fácil. La ganadora o el ganador tendrá la posibilidad de incidir y ayudar en el destino de millones. Podrá mejorar la distribución del ingreso y la riqueza. Reducir la pobreza y las enormes diferencias sociales. Mejorar la educación, mejorar la salud.

Reducir la violencia. Pasar a la Historia.

Promover negocios con tendencia infinita de ganancias con amigos, familiares, conocidos y hasta con enemigos. Recibir apoyos de militares, sacerdotes, pastores, fiscales, gobiernos extranjeros y empresas privadas. Declarar la guerra. Privatizar Pemex, o la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otras empresas o no hacerlo. Liberar presos sentenciados, perseguir y meter a supuestos criminales a la cárcel. Ser muy activo (a) jugador (a) en la solución de todos los problemas inimaginables e incidir en el bienestar o malestar de gran parte de la población. Recibir regalos y puntas de diamantes como el exjefe panista, que nunca llegó a la grande, pero vendió cara esa posibilidad frente a un mediocre.

Ser quien manda y si se equivoca, volver a mandar. Ser el Gran Tlatoani. La expresión terrenal de Huichilobos. Ser un dios sexenal. O un modesto mediocre por convicción e incapacidad.

Como ha sucedido prioritariamente hasta la administración pasada, el presidente de la República podrá ganar siempre que quiera en el dominó o en la baraja. Ser el mejor amante, el más culto escritor o ahora el mejor jugador de béisbol. Ser un gran conocedor de vinos y rones, beber hasta ponerse jarra y nunca estar borracho.

A la vez, ser querido y odiado.

Históricamente el poder Ejecutivo ha sido el mandón de los poderes. El poder Legislativo, diputados y senadores, ha sido comparsa y apoyo del proyecto de nación en boga, con algunas pinceladas brillantes de libertad e independencia. El poder Judicial tradicionalmente sumiso y cada vez más dependiente de intereses económicos y de grupos políticos. Ahora en sesiones semiocultas entre la presidenta de la Suprema Corte, otros ministros y los impresentables presidentes del PRI y del PAN, cocinando en la tenebra: ¿cómo descalificar los resultados de las elecciones del 2 junio?

El Tercer Debate presidencial ocurrió sin pena ni gloria. Las dos candidatas punteras y el candidato rezagado, según las encuestas, se aferraron a sus papeles conocidos. El guion escrito fue respetado sin sorpresas, sin tachaduras ni enmendaduras.

Claudia repetitiva, sin pasión encendida. Tenaz y con terquedad. Sólida y aburrida.

Xóchitl, envalentonada y arropada por el éxito innegable de las manifestaciones matutinas de color rosaINE, fue agresiva y subrayó sus reiteradas acusaciones, como de costumbre, sin pruebas. Sólo lo que Anabel Hernández escribió, sólo dichos, auspiciados por los promotores de la DEA y de los X’s, cuyas organizaciones reciben dólares de agencias estadounidenses a cambio de lavar la ropa sucia que interesa al Imperio.

Máynez articulado y con argumentos propositivos, lúcido, recibió guiños para sumarse a alguna de las féminas rivales, aún opositoras, sin cerrar la puerta para su declinación. Más cerca de Claudia que de Xóchitl quien no tuvo empacho en ofrecerle el culantro. Y con el desprecio de medios y agoreros que no perdonan que les quite votos tal vez rosados.

Los comentaristas: ellas, serias e imparciales también en su papel. El conocido locutor de noticieros de Azteca no resistió la tentación para meter su cucharita y darle una ayudadita a la rezagada. Hay que anotar: lo hizo con discreción.

Desde la altura en su silla central, el árbitro principal es responsable de que los competidores cumplan las reglas. Nada de hacer trampas o serán sancionados.

Sin embargo, la candidata rosaINE vuelve a las andadas y subraya, sin pruebas, lo de narco candidata y candidata de las mentiras a su rival y a su partido. Acusa a Mario Delgado de huachicolero corrupto y arrasa con Bartlett. Ridiculiza a embajadores propuestos por la actual administración, cabe decir, sin considerar que son exgobernadores priistas. A estas alturas le vale un pepino. Se juega el todo, por la Silla, máxime cuando un par de encuestas dicen que están empatadas. Aunque la mayoría de ellas sigan mostrando diferencias inalcanzables.

No importa si hace calor, esté ardiendo la cancha o un frente frío huracanado entre a congelar el juego.

Lo mejor de todo, las preguntas finales.

¿Un gobierno de coalición?

¿Quitar a los pluris?

¿Renovación en la Corte?

La mayor de las vergüenza: cuando Xóchitl afirmó que Claudia no cree en Dios, que usó a la Virgencita de Guadalupe, a la famosa Lupita, de imagen en su falda y que quiere cerrar las iglesias. Y los obispos, incluido el aparecido de Chilpancingo, encantados, rezando La Magnifica.

El ambiente, como se siente, está caldeado. Los insultos y descalificaciones prevalecen antes que el proyecto de nación que los mexicanos necesitamos, más allá de la polarización y los partidos.

Parece olvidarse que necesitamos progresar en un ambiente de paz y trabajo productivo. Sin fronteras internas establecidas por las narcobandas, negociantes de migrantes, de drogas, de cobros de piso, de secuestros, de asesinatos.

A pesar de todo, según datos actuales, Claudia ganará el Gran Premio, Xóchitl formará su partido color rosaINE y Taboada está cerca de ganar la CdMex, el querido exDF, en parte por el dinero en juego y sus relaciones con el cartel inmobiliario y en parte por las obvias limitadas cualidades de su contrincante local, la candidata de Morena. Lo pusieron frente a un flan.

Mientas la perrada manipuladora de los medios está desatada. Fieles a su tradición de negocios y chantajes gritan de todo para que no gane Claudia, aunque ella afirme que lo que viene ya es un mero trámite. En realidad, a quienes odian todos es al famoso pejePresidente a quien no le reconocen nada bueno y culpan de todos los males nacionales inimaginables. De sus enfermedades incurables, náuseas y fobias.
Por ejemplo, dale y dale con el ‘pésimo’ manejo de la pandemia sin siquiera considerar las condiciones paupérrimas del sector salud previo a la crisis. No tienen límites ni recato ético.

En todos los foros de televisión, radio, periódicos y demás, la consigna es clara: todo contra el peje y su transformación, porque si gana Claudia, ahora sí ‘se los llevará la tostada’, mientras el odiado ya expresidente, se rascará la panza y los huesos en su finca de Palenque.

No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. Falta poco para el 2 de junio que desnudará y ridiculizará a algunos y en contra llenará de felicidad a otros. Sólo unos cuantos meses más para que el de Palacio escuche con nostalgia Las Golondrinas, empaque las mentadas y se las lleve a La Chingada, como se llama su finca. Deberá repartir algunas que encargará a sus odiadores profesionales ‘pa que se acuerden’. Así se llevan, tantas a tantas.

Antes de tomar posesión Claudia tenderá puentes y por fin, sonreirá tipo Máynez. Nadie se acordará ya de Xóchitl y sus anécdotas para la picaresca nacional.

De este lado, Biden y Trump velan armas, también se valen de todo. Cada vez más se propaga el deseo de muchos electores de que ambos candidatos sufran un leve infarto cada uno y otros nuevos candidatos se enfrenten en noviembre próximo. Así de triste está el panorama en el país aún más poderoso del mundo.

Votaré en el consulado, si el INE lo permite y por correo en San Diego.

Parte de la modernidad y obligación de los órganos electorales es facilitar el voto en el extranjero. Más fácil que registros aceptados, revisados y negados para luego ser aceptados nuevamente con enormes costos, es contar con un sistema eficaz que permita distribuir a quien lo solicite las boletas electorales (en las elecciones mexicanas, contra la muestra de la credencial vigente para votar con fotografía) y supervisar que se depositen en las urnas oficiales, se cuenten y reporten convenientemente los votos de todos.

Debiéramos de tener en ambos países órganos electorales eficientes y sin costos excesivos, a cambio de ser refugios de doradas burocracias que medran con la ignorancia y el miedo. Que generalmente protegen ahí a sus contlapaches y cuates enquistados en trabajos de privilegio. Habrá que acabar con estas entidades que hacen del voto un negocio singular para su propio beneficio.

Mientras tanto en los EUA aumentan las protestas y detenciones de estudiantes y activistas contra la destrucción de Gaza, contra el apoyo estadounidense proveedor de armas, economía y política al gobierno de Netanyahou y la consecuente muerte de inocentes palestinos. Siguen los bombardeos, aunque no sepamos nada de los secuestrados ni de los secuestradores.

Los ríos se tiñen de sangre

Las construcciones son polvo

No hay agua

Y prevalece el odio.

Mientras que cada uno reza a su dios

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