Para evaluar
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Los expertos aconsejan dejar reposar el buen café recién hecho un par de minutos para disfrutar en plenitud su aroma y sabor.
Lo mismo hacen los vinófilos con un buen vino, que después de servir en una copa adecuada según sea espumoso, rojo, blanco, rosado, se oxigena y se descubren sabores y en nariz diferentes aromas mientras sobresalen sus colores y matices.
Y que me dicen de un atardecer con buena compañía o en la soledad del quehacer espiritual, cuando hacemos una pausa para agradecer; para ‘ver’ nuevos proyectos.
Hay varios métodos y técnicas para evaluar el desempeño de gobiernos, gobernantes, empresas y empresarios. Para ello es necesario analizar y comparar datos cuantitativos y cualitativos de referencia vinculados con el cumplimiento de objetivos y metas predeterminadas en los planes de desarrollo, presupuestos públicos y privados, de acuerdo con las necesidades de la población y programas de posicionamiento, crecimiento y desarrollo de las empresas.
Las metodologías cuantitativas recopilan datos numéricos para ser analizados numéricamente. Las metodologías cualitativas recopilan datos no numéricos como palabras y explicaciones, imágenes y observaciones. En ambos casos se evalúan y califican logros, desviaciones, éxitos y fracasos.
Las mejores metodologías de evaluación incluyen descripción y comparación, incluso con consideraciones incluyentes y medibles de la naturaleza subjetiva de la interpretación y análisis de datos del propio investigador.
Los principales modelos de evaluación se basan en el estudio y cumplimiento de objetivos; el costo, modificación y actualización de los procesos Nietzschevis á vis los resultados alcanzados.
A pesar de lo anterior, tratándose tanto de la cosa pública como de intereses privados, muchas veces prevalecen las emociones y consideraciones de índole ideológico, los propósitos de beneficiarios actuales y pasados que representan grupos o socios de empresas y negocios con el quehacer vinculado a los tres niveles de gobierno y que garantizan con amplia seguridad altas utilidades vía contratos a modo.
En nuestro país, la actual administración del famoso pejePresidente que finalizará su período constitucional
en septiembre del presente año, ha soportado duras críticas e insultos diariamente a pesar de sus buenos logros como por ejemplo los programas sociales, el aumento del salario mínimo, la construcción del tren Maya, la interconexión Golfo de México-Océano Pacífico, la reducción de la pobreza. Y no ha estado exenta de críticas e insultos por el grupo antes beneficiado al no permitir negocios privados con recursos públicos, salvo prueba en contrario.
En forma paradójica mientras más soez y frecuentes han sido los insultos contra el presidente de la República que desde las mañaneras se aferra a su alta popularidad de alrededor del 60% del total de opinión nacional.
Tan es así que, en las últimas elecciones del 2 de junio, las fórmulas de Morena arrasaron a la oposición. Y mucho tuvo que ver la calificación y sentimiento de los votantes hacia el actual gobierno federal. De sus logros y resultados.
Sin embargo, persisten los insultos y críticas apasionadas, muchas sin fundamento objetivo: Narcopresidente López, Liopez, autoritario, Mesías, sectario, profeta y hasta teorías jaladas de los pelos, como dictadorzuelo, jefe religioso y líder de una banda de evangélicos contrarios a la Virgencita de Guadalupe.
Los locutores de radio y televisión, los periodistas y seudo periodistas que han visto sus intereses económicos e influencia social mermados no han dejado un solo día de este gobierno de promover campañas propagandistas de odio en su contra.
Habrá que decirlo, lamentablemente auspiciadas también por el carácter contestatario del propio presidente y a su ‘estilo personal de gobernar ‘que a muchos disgusta, en un país acostumbrado a la consabida actuación indigna de “lo que usted diga señor presidente” frente al cobro de prebendas y negocios, ante el cambio que significó el actual combate a la corrupción. Ahora todos pagan impuestos.
Pasará tiempo para que se asienten las pasiones y se evalué con objetividad a esta administración, considerando logros y fracasos.
Lo que es innegable es que, frente a la incapacidad y raterías de Salinas, Zedillo, Fox y Martita, Calderón y Peña, el cambio de este gobierno viene bien para la mayoría de la población, históricamente desprotegida y con enormes carencias económicas y rezagos sociales.
Espero que con la nueva administración de Claudia se atenúen las distancias de entendimiento entre los críticos acérrimos e insultadores profesionales para promover un país más identificado con los valores nacionales de honestidad y tolerancia.
Algo de ello, aunque mínimamente, se muestra en las intervenciones diarias de los conocidos críticos cuando han tratado con consideración a la que será la primera presidenta de la República, eso sí, el presidente Peje es y será siempre el pato feo del cuento.
Alabado sea el Nuevo Sol que nace y la cargada de pitos contra el que se va. ¿Seremos así siempre? Esa parece parte de nuestra identidad nacional. En los deportes, en la política, en la economía, desde la primaria hasta la facultad.
En fin, aplaudamos juntos la posibilidad de hacer un mejor país incluyente y menos desigual. Con mejor distribución del ingreso y la riqueza y con oportunidades de progreso para hombres y mujeres.
Menos evaluaciones hechas sobre las rodillas y la emoción y mayor objetividad social conforme a resultados medibles tanto en el gobierno como en las empresas.
Si usted disfruta de un buen café, un vaso de vino o un atardecer, tome su tiempo y no se deje apurar por la moda de criticar todo y por todo, incluidos el actuar y los resultados de gobierno y empresas nacionales, sin suficiente evaluación con metodologías comprobables.
Ya vendrá la confrontación Biden - Trump y habrá tela de donde cortar. Se oirán en todo el orbe los tambores de guerra y tal vez echemos de menos la civilizada batalla electoral entre las corcholatas y la vulgaridad con el destapador de principal actor.
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