No sé

La entonces recién nombrada secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez, en la administración de Andrés Manuel López Obrador, a pregunta expresa de una reportera, sobre el "nuevo modelo educativo", su respuesta fue atónita: "no podría contestar eso", para sorpresa de la reportera y de la comunidad educativa.

Ese nivel de respuesta de la responsable de la educación escolar del país, confirmaba la máxima de López Obrador: noventa por ciento de confianza y diez por ciento de "inteligencia".

En esa perspectiva de gobierno del obradorismo, hay que ubicar en una primera hipótesis a la presidenta con A.

Para darle valor a su respuesta: No Sé.

Esa frase forma parte de su lenguaje de comunicación política, para salir avante ante los hechos consumados.

Lo que denota una respuesta ensayada para no comprometerse.

Manteniendo un rostro inexpresivo, sin inmutarse ante el micrófono.

Esa acción pública, le ha permitido nadar en aguas turbias y poder llegar a su zona de confort, que le dé seguridad personal y seguir respirando.

Esquema que le ha funcionado en su relación con los de casa y con el vecino del norte.

Pero, esta fachada de: No Sé, en que se apoya para lidiar con los acontecimientos que vive como huésped de Palacio Nacional, también da lugar para una segunda hipótesis.

La mira es no mostrar sagacidad a sus correligionarios, para no inquietarlos y sigan en su lógica de que es una presidenta con A manejable.

El "No Sé", es su caparazón para aguantar burlas públicas y privadas, sobre su actuar.

Con ese perfil proyecta una Imagen a modo frente a cada interlocutor, para no provocar en ellos suspicacias.

Y deja correr hechos y circunstancias para que sus correligionarios caigan por sí solos y mañana le den el mando presidencial que aún no tiene.

El jugar con esta máscara le ha permitido lograr lo imaginable: conocer el estatus legal de sus integrantes de su equipo que la acompaña.

Estrategia que apuesta al timing político, y le dé el espacio de maniobra ante su jefe, López Obrador.

En esa perspectiva la frase “No Sé”, puede ser la llave mágica que necesita la presidenta con A, para afianzarse en Palacio Nacional, ante la cerrazón y la voracidad de sus correligionarios por imponer su ley.

Ya se verá


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