RAÍCES DE MANGLAR

60 mil almas

60 mil almas

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Los vimos venir, 60 mil entes, cifras, números y 254 de pilón, un puñado dirán.

En sus hogares aquellas cifras vueltas polvo, recuerdos nomás; 60 mil almas perdidas, 60 mil familias destrozadas, recogiendo pedazos de sí mismas entre la desesperanza.

Y mientras ellos intentan dar cuenta del golpe durísimo que es perder a un ser amado, otros, ciertamente más afortunados, nos plantean por medio de la televisión que la salud mental y la depresión son la principal causa de "incapacidad". Un enunciado grotesco frente a la materialidad del fracaso.

Yacían nerviosos, sus palabras tropezaban, sospechan del crimen. Sí, ellos, los funcionarios menores, carne de cañón mediática ante la tragedia. Los han dejado solos frente a la bestia, porque la mayoría nos preguntamos "¿dónde está Hugo López-Gatell?".

"Lamentablemente hemos tenido ya un reporte de 60,254 (muertes)", dicen sin tapujos, sin siquiera maquillar el discurso. Ha salido de sus fauces este dato como si fuese una mera anécdota.

Y continúan hablando. Mencionan "tendencias a la baja" y son sólo palabras. ¿Quieres entender la influencia del Cuarto Poder? Sal hoy mismo a la calle y observa como la apatía se ha apoderado de las personas. Ya se ha cumplido el pronóstico aterrador y nadie hace su trabajo.

Van 176 conferencias, podrían llegar a ser más, muchas más y no importa, dará lo mismo, porque ya cumplido el panorama catastrófico me es difícil imaginar la adjetivización del porvenir.

La gente sobrevive en la confusión. La mayoría ocupará este fin de semana en los preparativos para el inicio de clases. Ahí se irán sus preocupaciones, mientras son testigos silenciosos del caos y la muerte.

Y la muerte yace aquí, tocándonos el hombro, vuelta virus, vuelta indiferencia, vuelta cifra. Permanecerá asechando. Van 60 mil almas y se espera que en diciembre sean 170 mil.

Ellos han venido, sí, como carne de cañón pero con la mejor de las intenciones. Se han plantado frente a México en uno de sus días definitorios para hablarnos de nuestros hijos, de su salud mental y de lo importante que es esto en la coyuntura y en los meses que vienen. No obstante, ha sido estrambótico su discurso pese a la seriedad del tema, porque la inmediatez y urgencia de esas 60 mil familias lo demanda.

Hoy no correspondía a ellos, funcionarios públicos menores, dar la cara a la sociedad mexicana. Repito mi pregunta, ¿dónde está Gatell?

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Francisco  Cirigo

Francisco Cirigo

En su novela Rayuela, Julio Cortázar realiza varios análisis sobre la soledad, exponiéndola como una condición perpetua, absolutamente fatal. Dice que incluso rodeándonos de multitudes estamos “solos entre los demás”, como los árboles, cuyos troncos crecen paralelos a los de otros árboles. Lo único que tienen para tocarse son las ramas, prueba inequívoca de la superficialidad de sus relaciones. Las personas somos como árboles y nuestras relaciones son ramas, a veces frondosas y frescas, a veces secas y escalofriantes, pero siempre superficiales. Nuestros troncos son islas sin náufragos posibles.

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