Ética de la bisofera

La pugna política contemporánea denuncia el Liberalismo como causa de la atroz desigualdad contemporánea. El Liberalismo es la última ideología de las tres dominantes del siglo XX, Comunismo y Fascismo.

En efecto, el Liberalismo encierra justo esta contradicción, defiende la libertad individual y los derechos humanos, y al mismo tiempo provoca injusticia social, está basada en el consenso pero desincentiva compromisos sociales en favor de la privatización. Es el sistema más desarrollado de los Estados Nación y la sociedad que lo conforma.

El 1.7% de la población laboral de México, que es de 51.7 millones de personas, gana más de $20,000 al mes, es decir sólo 878,900 personas; al 57% de esta población con empleo le pagan por semana. Sólo un 20% logra obtener entre 5,000 y 8,000 al mes. Es imposible tener una economía interna con números así. El Liberalismo Mexicano con sueldos tan bajos no puede sostenerse.

El Socialismo Europeo y su Democracia Cristiana han hecho pactos sociales para tener una economía interna que solo se da por salarios dignos y servicios sociales.

Estados Unidos, actualmente tiene el 30% de su población sin acceso a comida suficiente, servicios sociales o vivienda, es decir 90 millones de sus ciudadanos viven en ¡pobreza!. Por esto ganó Trump, porque les prometió a estos desheredados del sueño Americano resolverlo, los que es claro no podrá.

El comunismo y el fascismo, al igual que el Liberalismo, ya demostraron sus contradicciones que en la búsqueda del bien común: desarrollaron sistemas totalitarios intolerantes.

Cómo lo resolvemos!!, con que los individuos que formamos las sociedades liberales, no seamos consumidores cautivos, seamos ciudadanos activos en la construcción de un acuerdo social de libertades individuales y empresas que actúan con esos principios, que la bolsa de valores, en donde se evalúa su desempeño, sea por el beneficio social y no solo su rentabilidad (empresas socialmente responsables).

Lo que está en discusión en estas elecciones es la eliminación del Liberalismo y sustituirlas por cualquiera de las otras dos ideologías.

La ideología que no hemos podido construir en un sistema político es lo que llamo la Ética de Biosfera, evolucionar a una observación permanente de las acciones humanas en conversación con el mundo natural y su geografía. Esto transferiría el énfasis de la satisfacción de consumo inmediata a un equilibrio entre las sociedades humanas y un universo muchísimo mayor, el planeta y su biosfera.

El equivalente a La ciudad de Dios de San Agustín pero en Biosfera.

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