Prioridad de nuevo congreso de EUA: estrategia respecto a China

La reciente contienda electoral en EUA mostró nuevamente un alto grado de polarización política. Históricamente, después de elecciones intermedias con un presidente Demócrata en el poder, politólogos generalmente han podido identificar al menos tres tendencias en la agenda de los Republicanos: un impasse a distintas iniciativas del Ejecutivo; mayor presión hacia un enfoque en la agenda económica que incluya una estrategia de comercio exterior; y finalmente, prioridad al sector de la defensa, incluyendo un incremento para dicho presupuesto.

Mi análisis y prospectiva:

Si los Republicanos deciden confinar las iniciativas y objetivos de política interna del presidente Biden, bien pudiera darse, por otra parte, un acuerdo entre las bancadas para concentrarse en el tema de política exterior que mayormente les preocupa: China. De ser el caso, habría una alta probabilidad de que coincidan en incrementar los acuerdos de comercio internacional, para expandir y fortalecer su mercado y mejorar sus condiciones de competencia con China. Adicionalmente, también sería probable el reforzamiento de su estrategia militar, a través de una mayor presencia en la región Indo-Pacífico, que incluye la protección de Taiwán no sólo territorialmente, sino también como proveedor de tecnología.

Hay que recordar que, entre las prioridades de desarrollo de China, está el liderazgo en tecnologías, lo cual requiere de la disponibilidad y producción de semiconductores (i.e. “chips” electrónicos) del nivel más avanzado. Actualmente, China no tiene garantizado el suplemento de dichos componentes con alto grado de especialización, lo cual deriva en un significativo riesgo para su estrategia tecnológica que visiona un liderazgo en inteligencia artificial. Taiwán es actualmente el principal productor global en cantidad y desarrollo de semiconductores, otra razón por la cual China busca “reunificar” a la isla.

Se pronostica que los intereses económicos y militares de ambas potencias, EUA y China, provocarían una férrea competencia. Ambas naciones buscarán alianzas y negociaciones con países y actores no gubernamentales con significativo poder fáctico, como, por ejemplo, grupos de poder con ideologías compatibles, capitales privados, empresas transnacionales y de tecnología. Por lo anterior, el acuerdo entre partidos Demócrata y Republicano, con respecto a la competencia y manejo de China no debiera demorar, y pudiera ser el tema que los une.

Xi Jinping, el presidente de China recientemente reelegido para su tercer periodo, cuenta con al menos 5 años más para continuar su plan de expansión económica y geopolítica, mientras que al Presidente de EUA le restan dos años de su mandato -con posibilidad de reelección-, con un nuevo Congreso dividido. Sin embargo, si el nuevo Congreso, junto con el Ejecutivo, logran alianzas significativas en el corto plazo en los sectores de comercio internacional, tecnología, y defensa, para enfrentar a China, habrán logrado reducir relativamente la polarización política que ha persistido en los últimos años.

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