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Victoria y recuento de daños

Victoria y recuento de daños

Foto Copyright: lfmopinion

El INE nos debe cuando menos una disculpa pública y la renuncia de los (des) organizadores de la votación fuera del país.

Entre las primeras acciones de los ganadores en las elecciones del 2 de junio, además de agradecer al electorado su voto y festejar la victoria debe de ser efectuar un recuento de daños para evitar su recurrencia y alto costo social.

Según cifras oficiales, 35-38 candidatos fueron asesinados durante el proceso electoral y otros muchos fueron heridos, lastimados, defenestrados y obligados a renunciar por el crimen organizado, las narcobandas, la irracionalidad de intereses económicos y políticos regionales de partidos y otros grupos de poder, incluidas empresas privadas en la competencia de mercados, pleitos entre vecinos y confrontación e influencia diversas entre distintas iglesias incluido el connotado grupo antigobierno en la cúspide del poder eclesiástico interno.

Todo ello es una inaceptable e indigna canallada, que manchó las elecciones.

Asimismo, la guerra sucia y acusaciones múltiples, la mayoría sin pruebas salvo sus propios dichos, prevalecieron en las campañas, denigrando a los contrarios a costa de su propia credibilidad y certidumbre.

Siempre se aprovechó en general, el relativamente bajo nivel cívico cultural de información-manipulación de los sujetos electores o ciudadanos que es generalmente impactado en sentido contrario por las mañaneras o matutinas y por el apabullante sistema de información dominante de radio, televisión, periódicos y redes sociales.

A raíz de los resultados electorales podemos constatar que a López Doriga, Ciro, Loret y demás, incluido el inefable Chumel y el payaso Brozo, la gente los oye, pero no los escucha; los oye, pero no les cree ‘a pie juntillas’ como antes. Debieran de actualizar su antediluviana narrativa a riesgo de ser cada vez más irrelevantes y anacrónicos.

Ojalá podamos dejar atrás un sistema donde cada parte se cree dueño de la verdad absoluta sin conceder a los adversarios una mínima parte de razón, mientras se justifica que no puede ser de otra manera en consideración a lo apetitoso del premio en juego. Y de una historia de fricciones entre liberales y conservadores.

Un sistema donde antes de los datos oficiales, todos se declararon ganadores.

El resultado es un país dividido donde prevalece el odio contra los otros. Donde limar asperezas es complicado porque los intereses de los distintos grupos en contienda no coinciden en lo fundamental y prioritario. Además, no parece haber disposición ni vocación, hasta ahora, para ponernos de acuerdo en ello.

En efecto, son dos visiones distintas y alternativas de país al que se aspira. Cada una de ellas es divergente de la otra, aparente, seguramente, son irreconciliables.

Entonces ¿cómo avanzar en la estabilidad necesaria e incluyente para progresar en beneficio de todos los mexicanos?

Ganó Claudia, con amplia mayoría de votos, en proporción de más de 2 a 1. Ganó Morena el Congreso, tanto en diputados como en senadores. Ganó en Cdmex, Puebla, Chiapas, Veracruz, Morelos, Yucatán y Tabasco. Sólo perdió Guanajuato y Jalisco

Los líderes perdedores como Claudio X, Alito, Marko y otros, debieran de retirarse, sin excusa ni pretexto (o serán retirados a empujones) a sus casas por más lujosas y cómodas que sean y esperar discretamente el juicio de la historia que los pondrá en las cañerías.

Los resultados de las votaciones son una gran derrota para la oposición PAN-PRI-PRD y una victoria incontrovertible que cambiará el país en favor de los postulados de Morena y aliados. En favor de los programas sociales, del pago generalizado de impuestos, de la reducción de la pobreza. De un país incluyente sin discriminación.

Espero que Claudia empiece con sensibilidad política limando asperezas y reduciendo la polarización y división del país para encabezar un trabajo de unidad para combatir con éxito la violencia, que sin duda es uno de los lamentables pendientes de la administración López Obrador.

La primera presidenta mujer del país deberá negociar sin avasallar sumando con confianza y certeza su capacidad profesional de gobernanza y la de su equipo.

Se debe considerar prioritario además de combatir y reducir la violencia, el mejorar la educación, la salud y las relaciones con mexicanos en el exterior, principalmente en los EUA y la influencia de la migración de otros países a México como país de tránsito, de asilo y sus efectos.

El centro de votación instalado en el consulado mexicano de San Diego no previó, que el mismo día de las votaciones se celebró la marathon tradicional citadina anual y muchas calles de acceso estuvieron cerradas. Llegar al consulado fue una odisea, para encontrar miles de compatriotas intentando votar en colas larguísimas. Sólo 4 o 5 máquinas disponibles y una con servicio intermitente. La desorganización prevaleció a lo largo del día con sólo 1500 boletas extras disponibles.

La verdad es que los expertos y oficiales del INE debieron de haber previsto y considerado suficientes recursos para los miles de electores que nos presentamos en San Diego, Los Ángeles, Madrid, París, Austin, Dallas, Washington, Nueva York y demás, en lugar de gastar inútilmente o hacer perdedizos los millones de pesos para la supuesta organización de votantes fuera del país. En cambio, debieron haber instalado un sistema eficiente y suficiente para capturar los votos de mexicanos en el extranjero que decidimos votar con credencial en mano.

Si la legislación sólo permite un número limitado (de 1000 a 1500 unidades) de papeletas electorales por cada casilla especial, el INE debió de haber previsto ello y modificar las limitaciones.

El costo es parecido entre disponer de 1000 o 10000 boletas electorales y cancelar las que no se requirieran.

Yo acuso al Instituto Nacional Electoral (INE), de haberme escamoteado el derecho de ejercer mi voto. Una vergüenza que afecta también a miles de connacionales.

El INE nos debe cuando menos una disculpa pública y la renuncia de los (des) organizadores de la votación fuera del país.

Ojalá que la transición al nuevo régimen sea sin sobresaltos y algarabías, que se usen estos meses restantes del viejo régimen para repensar estrategias y acciones de beneficio a la Nación, para bien de todos los mexicanos, sin escandalosos golpes de mando que puedan sembrar actitudes autoritarias.

Ahora más que nunca las minorías también deben de ser incluidas y servir al progreso nacional.

Para ser un gran país debemos incluir a todos, hasta los que estamos temporalmente fuera.

¡Viva México!





Arturo Martinez Caceres

Arturo Martinez Caceres

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