Orestía

El antropólogo Claude Levi-Strauss hace notar que "existe un hecho que se puede establecer: el único fenómeno que, siempre y en todas partes del mundo, parece estar ligado con la aparición de la escritura… es el establecimiento de sociedades jerárquicas, constituidas por amos y esclavos, y donde una parte de la población es obligada a trabajar para la otra."

Jacques Derrida llama al pensamiento que rige a las sociedades alfabetizadas Falogocentrismo, resaltando también que otra jerarquía que lo caracteriza es la fálica, la supremacía de lo masculino sobre lo femenino.

Los primeros usos de la escritura estaban relacionados al ámbito judicial y al establecimiento de leyes, "las sociedades no-alfabéticas dependen más de la costumbre y el tabú." En la Orestía, Esquilo retrata cómo el nacimiento del sistema judicial ateniense supuso el ocaso del sistema de las Erinias, divinidades femeninas anteriores a los Olímpicos que representaban la última autoridad en la Grecia homérica. En la tercera obra, Euménides, nos cuenta cómo el matricida Orestes, que ha llegado a Delfos huyendo de las Erinias, es protegido y rescatado por Apolo. Éste las convence a atenerse a la decisión de un juzgado organizado por Atenea -el juzgado, la arena de las leyes no de las costumbres, el lugar originario de las letras-, donde por supuesto son vencidas. La narración de Esquilo de esta "domesticación de las Furias cuenta poéticamente como las mujeres perdieron su poder."

Shlain hace una muy interesante comparación entre las dos ciudades más importantes de la civilización griega: Atenas y Esparta. La primera alfabetizada y la segunda analfabeta. Efectivamente, la diferencia principal entre la constitución de Solón y la de Licurgo es que aquélla se escribió mientras que ésta era memorizada por todos los espartanos.

Por como ha pasado a la historia Atenas, como la capital del humanismo griego, tendemos a pensar que en ella las mujeres vivían mejor que en Esparta, pero esto es equivocado. En primer lugar, Esparta era la capital cultural de la civilización griega, cuyo arte por excelencia era la música, así también eran los mejores en la danza. "Esparta era más igualitaria, Los espartanos educaban a las niñas de casi la misma manera que a los niños. Las niñas espartanas usaban cortas túnicas holgadas llamadas peplos. Tenían más libertad de movimiento que las que las mujeres atenienses, las cuales vestían con el muy restrictivo chitón ateniense. Las mujeres de Esparta competían en juegos atléticos. (…) Las mujeres espartanas gobernaban en ausencia de los hombres, que frecuentemente iban a la guerra, y eran dueñas de su propiedad y podían disponer de ella como quisieran. Para el siglo IV, las mujeres poseían dos quintos de toda la tierra espartana. La virginidad, la castidad y fidelidad eran virtudes que se les exigían a las atenienses, mientras que a las espartanas se les exigía mucho menos. Eran libres de tener hijos con más de un hombre, siempre y cuando éste perteneciera a la clase social correcta."

El profesor Rufus Fears dice que las mujeres atenienses vivían tan separadas de los hombres que tenían su propio dialecto distinto.