Ganó Barrales

Finalmente ganó Barrales en la encuesta del PRD. Sin duda pesaron sobre ello los acuerdos construidos en el Frente y la mano de Héctor Serrano, que desde hace mucho se perfilaba como el Bejarano de Mancera, en otras palabras, el operador de tierra que capitaliza en poder personal el clientelismo que maneja desde el gobierno y que más pronto que tarde olvida al líder del proyecto.

Lo sorprendente fue lo civilizado y terso del procesamiento por las tribus perredistas. Ganan todos.

En lo personal creo mejor candidato a Chertorivski, pero lo que importa es lo que piensen los perredistas.

Por otro lado, percibo a la Sheinbaum muy superior como candidata que a la Barrales, además de tener esta última más debilidades y muertitos en el closet. Chertorivski hubiese cambiado la narrativa, tono, contenido y hasta clima en la contienda en la Ciudad de México, lo que veremos será una reedición de los pleitos tribales del otrora perredismo, con el agravante del factor de género, que no es menor.

Al que le traicionó el inconsciente y acusó el frío de sentirse fuera de cuadro fue a Mikel Arriola, quien en menos de una de la noticia de Barrales, retó a ésta y a Claudia a debatir. Es lo malo de la simulación de las precampañas, que hasta a los precandidatos hace bolas.

Mikel, de tener contrincante en la interna del PRI, bien lo podría retar a debatir y todo ello ante las estructuras priístas, en su caso inexistentes en la Ciudad de México.

Pero Claudia, Alejandra y Mikel, hoy y aquí, son PREcandidatos, si bien la segunda es ya precandidata electa.

Las campañas aún no empiezan y, por ende, no tienen calidad, ni oportunidad electoral alguna, todavía, de debatir entre ellos.

Aprovechando el viaje, bien haría el equipo de Mikel de administrarle la receta del Doctor López Obrador a Peña Nieto: Amlodipino.

Una buena de Meade es haber urgido a partidos y legisladores a completar la integración del Sistema Nacional Anticorrupción: retoma el tema de fondo por sobre la coyuntura electorera; sin mencionarlo, recuerda a la opinión pública que los nombramientos están detenidos en el Congreso por los cálculos electoreros del Frente, con especial énfasis en Ricardo Anaya; posiciona al PRI en la batalla contra la corrupción con soluciones de largo aliento y no de mitin placero, impone agenda y coloca contra las cuerdas, al menos en este tema, a sus adversarios.

En ese mismo tenor, en una especie de uno dos, se inserta el anuncio por parte de la PGR de la inminente solicitud de extradición de Cesar Duarte, la nota deja sin algunas de sus banderas al montaje electorero de Corral quien, si bien tiene todavía en sus manos el caso contra Alejandro Gutiérrez y Manlio Fabio Beltrones, puede quedarse silbando en el desierto chihuahuense como el perro de las dos tortas si la FEPADE hace suyo el caso por razones de competencia. Si ello fuera así, sin despeinarse, el gobierno tendría a Corral, otra vez, en el hoyo de desgobierno e inseguridad que caracteriza su triste paso por Chihuahua. Eso es lo malo de los fuegos de artificio, duran poco.

Y otro que da lástima es Pedrito Ferriz de Con. Aprovechando datos dados a conocer por el INE sobre las inconsistencias encontradas en los datos entregados por los aspirantes a candidatos independientes a diputados federales, se intenta montar, con un carácter más de periodista que de aspirante, en una supuesta denuncia de un supuesto mercado negro de credenciales.

No es mercado de negro de credenciales, es mercado negro de simulación de apoyos ciudadanos, utilizando credenciales simuladas que la propia autoridad ha demostrado no sirven más que para engañar a los aspirantes a independientes que pagan por registro subido a auxiliares que no conocen y, muchos de ellos, viven del cuento.

Parte del problema lo generaron los propios aspirantes a independientes, al obligar al INE a abrir al público en general la aplicación para captura de apoyos a independientes, generando con ello un nicho de negocio a supuestos auxiliares electorales sobre los que los aspirantes no tienen control alguno. Ríos Pitter, por ejemplo, tiene registrados más de 10 mil auxiliares; cuántos de ellos son ofrecidos o, incluso, sembrados para hacerle la mala jugada de subir en su contra registros apócrifos. Y lo peor, con qué instrumentos de control cuenta el aspirante a independiente sobre lo que haga el auxiliar, quien sube directamente al INE desde su dispositivo lo que captura sin filtro alguno del directamente interesado. El tema no es menor, porque va de por medio su candidatura y, en no pocos casos, posibles delitos electorales y de otra naturaleza.

Lo triste es que Pedro, para sumarse a una conversación de la que está ausente, recupera su cachucha reporteril y dice haber hecho una investigación periodística que revela un supuesto mercado negro de credenciales, cuando lo que hace es colgarse del informa del INE.

Se olvida que tiene la calidad electoral de aspirante y que si, en ese carácter, sabe o conoce de un ilícito está obligado a denunciarlo de inmediato ante las autoridades correspondientes y no esperar a que el INE coloque el tema en la arena de la opinión pública para sacarle raja. Tan es mediático su propósito, que fue a presentar su denuncia al INE y no a la FEPADE, siendo que lo que aduce es un delito electoral y no una falta administrativa.

A ver en qué termina, porque de proceder la FEPADE, Pedro estará obligado a dar a conocer los datos circunstanciados en tiempo modo y lugar de su supuesta investigación. La otra circunstancia que lo incrimina es que teniéndola, haya esperado a que el INE rindiera el informe correspondiente para darla a conocer.

Pero en fin, es la desesperación de la impotencia.

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