El arte de aprender
Foto Copyright: SHUTTERSTOCK
Tú sabes cómo es esto: se trata de seducirte y de cumplir (nos), pero la verdad es que tengo tantos defectos, que voy a empezar por escribirlos para tratar de entendernos y tal vez a partir de entonces acercarme.
Primero un resumen del contexto: sabes que nuestra democracia es imperfecta, que los órganos electorales tienen en general poca credibilidad social y su actuación frente a los independientes no ha abonado en su favor para nada, aunque tal vez solo sea en pro de intereses inconfesables, como se solía decir cuando palabras como delincuencia pública organizada, menstruación y masturbación eran impublicables, pero todos sabíamos a quienes nos referíamos. Es cierto que somos un país con enormes carencias, un país de muy ricos, medio ricos y millones de pobres. Que sigue vigente la lucha de liberales contra conservadores desde hace más de dos siglos, a veces en forma soterrada, encubierta y las más de las ocasiones en forma abierta y con enormes costos sociales en la educación, en los resultados y prácticas de gobernanza y en el bienestar de las comunidades.
Yo soy un candidato sin partido, pero eso es mentira. Digo que estoy limpio pero he sido testigo y participe no lejano de toda la corrupción de los últimos cinco sexenios. Soy responsable de gasolinazos, de ventas de activos nacionales en contra de nuestros intereses verdaderos, pero lo niego y lo niego. Las investigaciones oficiales están prohibidas como en Odebrecht y tengo a mi lado a un grupo de expertos técnicos en la materia que golpean en mi nombre sin yo mancharme las manos. Aunque estoy en el último o penúltimo lugar aspiro a que la estrategia de compra de votos y reparto de dinero, me lleve a la silla presidencial. Además de las promesas ya históricas y la amnesia de la gente. Y también con otra bolsa repleta de dinero y la simpatía de Juana que también cuenta. Y la sonrisa complaciente de los gringos.
Yo soy un candidato acusado de traidor, de vivir en el extranjero y hacerlo más allá de mis legítimos recursos, aunque la familia de mi esposa sea muy rica y haya sido beneficiada por mis relaciones en sus negocios. He sido tocado por la actuación incompetente de la PGR, movida por las sucias manos institucionales para acusarme de lavado de dinero y otros delitos que se resumen en negocios privados con recursos públicos. Me conviene en la competencia copiar sin rubor las políticas y afanes del candidato adelantado, aunque sin estridencia y relumbrón. En tanto, trató de convencer a los norteamericanos que soy el candidato confiable porque como ellos saben, este país requiere de un cambio y ya no aguanta más corrupción institucional. Yo represento el cambio ordenado sin saltos al pasado ni cancelación del pingüe negocio del aeropuerto, ni tampoco daré marcha atrás a las reformas estructurales, ni tocaré las inversiones autorizadas. Tal vez solo trate (o lo diga) de enchiquerar al señor Peña.
Yo soy esposa de haiga sido como haiga sido, pase de panzazo los requisitos del INE, solo con unas poquitas acusaciones comprobadas de fraude. A mi prima hermana le otorgaron sin licitación directa y por mis influencias, alguna concesión de guarderías del IMSS y en ABC murieron niños inocentes y otros quedaron marcados de por vida Se dice que venderé caro mis votos y abdicaré, llegado el momento, menos por el del Frente a quien mi esposo y yo odiamos.
Yo vendo ilusiones, soy promotor de la esperanza, del cambio y el combate contra la corrupción, la violencia y la pobreza; no importa que sea imposible lograrlo, yo lo vendo en paquete. Mi negocio son los pobres. Dicen que quien lo compra ya no tiene casi nada que perder. Se me acusa y con razón a veces de ser demagogo, de no saber hablar, de juntar a Dios con el diablo, de aceptar a todos y a todas, de haber tardado tres lustros en la universidad. Espanto a muchos, sobre todo a los que temen perder privilegios, me dicen que soy comunista y no me bajan de socialista. Confieso ser populista y de muy buena intención. Me dicen que gobernaré como Chávez y Maduro, que me voy a querer reelegir, que acabaré con la Libertad. Seguro voy a cancelar el nuevo aeropuerto y a revisar los contratos de PEMEX. Por todo lo anterior, las bolsas de valores se ponen nerviosas y muchos preguntan que de qué he vivido estos años. Los gringos dudan entre creer o no y evalúan el costo de intervenir.
En síntesis, tú ya sabes, te quiero seducir. En julio votaremos dominados por nuestras emociones, con algo de información y una combinación explosiva de odio, coraje, amor y simpatía. Por mi parte, al día siguiente de las elecciones y si es que el INE no consiente ni promueve un fraude como el histórico Ufraude, yo estaré apoyando al que sea el ganador, aprendiendo a aprender para hacer un mejor y más libre país, menos desigual, menos corrupto, menos violento. Más mejor pues...y exigiendo que el ganador cumpla.
#LFMOpinion
#ELECCIONES2018
#VOTOLIBRE
#XMexicoVa