PARRESHÍA

El charlatán de cuerpo entero

El charlatán de cuerpo entero

Foto Copyright: lfmopinion.com

Una hora y ya era insufrible

Seis años puede que sean poco para un gobierno eficaz, pero son una eternidad para uno charlatán. Y ayer vimos al charlatán en su momento estelar, dueño del foro, imparable, soberbio, dogmático, perdonavidas.

Una hora y ya era insufrible.

Tercer grado abrió con fario de escenario dispuesto a ser señoreado, no como panel de entrevistadores.

Los mismos lugares comunes, las mismas evasivas, el monologo sin fin, el voluntarismo redentor, la solución soy yo.

Todo cambiará con y porque él llegue. No es un problema de políticas publicas, instituciones, administración pública, coordinación de esfuerzos, controles. Todo se reduce a que el bien se instale en la silla y México será feliz, pacífico, prospero.

Porque no somos iguales, el mal está de aquí para allá; los que no están conmigo son traidores, pero soy tolerante; aquellos, todos, son ladrones y explotadores del pueblo, pero son unos cuantos a los que no voy a perseguir, pero la ley se va a aplicar; antes de mi la nada, después de mi el diluvio, conmigo la cuarta transformación heroica; yo sólo hablo con y como Juárez, Madero y Cárdenas.

Ahora las mejores cartas de Romo son su ascendencia maderista. Vaya ¡fe republicana!

Me intriga si los entrevistadores de piedra lo dejaron lucirse de cuerpo entero en la desnudez de su monologo zafio; si les ganó el pasmo, se les impuso el personaje en su verborrea enfermiza o simplemente el periodismo, en el día mundial de la libertad de prensa, se engalanó de omisión.

Liado con el sector empresarial e inversionista, y mostrando en la vacuidad de su voluntarismo como propuesta, el puntero apunta a desplomarse otra vez.

#LFMOpinión
#TercerGrado
#LópezObrador
#VoluntarismoRedentor


Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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