PARRESHÍA

Ahora sí hubo esgrima

Ahora sí hubo esgrima

Foto Copyright: lfmopinion.com

Cada quien sacará sus conclusiones.

A diferencia de López Obrador en Tercer Grado, ayer sí vi un buen esgrima con Meade.

Meade logró cambiar la conversación del tercer lugar y la declinación al contraste, las propuestas y sus méritos.

Imposible revertir el daño del prestigio negativo de la marca, pero logró colocar al producto otra vez en el aparador.

Seguro, sin perderse en sus notas, contundente, más no conciso, claro y conocedor.

Oímos propuestas, que no proclamas como con Andrés, y pudimos analizar con Meade los cómo y los por qués.

Por supuesto que cada quien sacará sus conclusiones.

La mía es que Meade logró cambiar la conversación y eso en sí ya es un gran logro.

Los temas abordados fueron la distancia en las encuestas; el relanzamiento; mejores propuestas bajo la loza del PRI; honestidad de EPN; retos de la siguiente administración; inseguridad y derechos y libertades sociales.

Cerrar las tres brechas, norte sur, hombre mujer y desigualdad, fue uno de sus momentos estelares, por su claridad y convencimiento; la disparidad de Códigos penales también fue un tema bien abordado.

Romero de Champs, EPN y la estafa maestra son temas que lo van a perseguir hasta el final.

Los panelistas ahora sí estuvieron despiertos, hasta cierto punto incisivos y el programa fue interesante y polémico.

#LFMOpinión
#TercerGrado
#Meade
#RelanzamientoMeade

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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