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Por que los políticos tienden a mentir

Por que los políticos tienden a mentir

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El público ve la actuación de los políticos, los analistas al actor.

La falsedad es un hábito muy común en muchas personas, es una manera de vivir sin querer ver la verdad, la que no suelen buscar.

El peor de los asuntos es que muchas veces no saben que viven en la mentira, porque además llegan a creer que están en lo correcto. Esa confusión es muy común en personas que no analizan las cosas y viven atrapados en la ambición por obtener el poder que tanto ansian.

La idea más importante para entender por qué se hacen tan mentirosos es debido a que ven el poder, no como un fin para servir a los demás, sino que es un medio para alcanzar objetivos muy personales.

Por principio, los políticos con un mayor ego requieren esconder sus intenciones y propósitos, particularmente a base de engaños y mentiras. Necesitan esconder sus verdaderas intenciones y disfrazar sus proyectos y planes.

Para maquillar sus misteriosas intenciones necesitan mentir y fácilmente se acostumbran a ocultar la verdad sin sentir ningún sentimiento de culpa.

Así nace el discurso demagógico que resulta en decir y decir cosas con tal de convencer de ciertas ideas a su público, a base de muchas falsedades que procuran en hacerlas creíbles y confiables.

Psicologicamente los mentirosos están seguros de que los demás no van a detectar las mentirotas que suelen expresar. Pueden asegurar que les van a creer, porque saben que la gente no está acostumbrada a analizar, ni mucho menos a detectar los rollos que lanzan.

Una de las facultades que debemos desarrollar con más ahínco es saber distinguir entre la falsedad y la verdad. Es uno de los objetivos culturales que debemos impulsar para que el pueblo no sea una víctima fácil de toda la sarta de falsedades con las que los políticos nos tratan de envolver.

De que hay políticos que si dicen la verdad es muy cierto, aunque son pocos; pero hay que valorar su talento de ser más honestos y sinceros. El problema es que son muy escasos y los contamos con los dedos de la mano. Así que estemos más atentos a distinguir a los verdaderos políticos de los nefastos mentirosos que abundan por doquier.

Especialmente a los que envuelven al público con sus teatralidades y les hacen creer que lo que ven desde su butaca es la realidad. Y ya no se preguntan, ni dan cuenta que en el escenario está un actor dispuesto a ponerse el atuendo que sea y fingir lo que toca.

En cambio, cuando cae el telón se ve el rostro del actor y eso sólo se ve desde la tramoya, nada más.

El público ve la actuación de los políticos, los analistas al actor. La obra de teatro cada quien la ve desde su butaca ideológica, sólo unos cuantos pueden ver la realidad del vestidor y cómo el político cambia de atuendo, según convenga a la obra que hay que desempeñar.

El pueblo no se da cuenta que tras de muchos políticos está montada una obra de teatro. Que hay que convencer de que el observador crea realmente en las lágrimas y el romance de los actores en escena. Pero al final de todo, es tan sólo puro teatro. Hay que desenmascarar la faramalla y que seamos capaces de conocer la realidad.

Están fingiendo, eso es falso, no es real. Cuando el pueblo descubra que tras de la máscara de muchos que aparentan ser buenos políticos, hay una gran mentira, entonces podremos iniciar un mayor cambio y dejar de vivir del engaño.

Hay que reconocer que muchos de los políticos mexicanos han aprendido bien el arte del engaño, que saben mimetizarse y adaptar a darle al pueblo el teatro que le pidan.

Hoy tenemos más que a un presidente a un vocero, a un comunicador, a un propagandista de ideologías a conveniencia. Mañana será presidente de un partido y pasado mañana promotor de una transformación. Estamos ante un actor, no ante un político.

Que el pueblo le quite la máscara y vea su verdadero rostro.

Porque no hay máscara que oculte la verdad donde la hay, ni tampoco lo contrario. La mentira acabará mostrando su verdadera cara.

Siempre seremos más amigos de la verdad, que de alguien más.


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Guillermo Dellamary

Guillermo Dellamary

Dr. Guillermo Dellamary Soy un psicólogo, filósofo, con más de 30 años de experiencia y buscando ayudarte a vivir tu vida de una mejor manera.

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