PARRESHÍA

La generación ‘equivocada’

La generación ‘equivocada’

Foto Copyright: lfmopinion.com

No discuto su autocalificativo: equivocados.

No, no es México, sus problemas, su sobrevivencia como nación, su democracia, su seguridad. No son las medicinas, ni la salud de los niños, ni la educación. No es tu trabajo, tu seguridad social, tu empleo, tu ingreso, tu sustento. Es “la generación equivocada”.

No sé a ciencia cierta si son una generación y menos si a alguien representan. Pero no discuto su autocalificativo: están equivocados.

Creen en la imagen y el color, pero desconocen el valor de la palabra hasta autoincriminarse.

México y lo político no pueden reducirse a unos tenis, una camiseta, una publicidad absurda, banal y apolítica —Alfaro dixit—; a una cancioncita; una Oda a lo ridículo. México no es un grupo etario, ni una clase económica minúscula y aculturada, ni una locura digital.

Y entre tantas sus equivocaciones alinea la paranoia de que se metieron con ellos —“la generación equivocada”—. Nadie se metió con ellos, solitos se hicieron todo: sus decisiones y actos les preceden y definen.

Sus palabras pesan: son la generación equivocada.

En el caso de Samuel, además, lo incriminan en conductas que pudieran ser delictivas.


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Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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