Dos de tres
Falta solamente un mes para el 2 de junio, día de las elecciones.
Enrarecido está el ambiente por la distancia entre las diferentes estrategias planteadas por los contendientes para enfrentar y resolver las graves carencias del país, Así, se celebró el domingo próximo pasado el segundo debate de tres entre Claudia (C), Xóchitl (X) y Máynez (M) por la presidencia de la República en sustitución del querido y odiado famoso Pejepresidente.
A leguas se nota la distancia entre las mujeres adversarias: C, académica progresista y liberal, poco carismática y tozuda. X con su reciente disfraz de señora de Polanco, candidata del Pripanprd y de casi todos los medios de comunicación, ignorante en muchos aspectos, agresiva, tratando de reducir la distancia que muestran las encuestas entre ella y C a cualquier costo. Y el tercer contendiente, M, navegando entre la simplicidad y la comicidad, articulado y con buenas propuestas, aunque claramente ignorado por ambas mujeres contendientes y ampliamente por los medios de comunicación; parecería que pudiera quítale votos a X y, por tanto, se le ignora aún en los análisis y programas de difusión en el llamado posdebate.
Los opinadores profesionales y encuestadores señalan que a la fecha la mayoría del electorado votará por C y que, como se sabe, los debates no cambian en general y definitivamente las tendencias medidas en las encuestas. Sin embargo, según algunos analistas críticos después de este segundo debate, pudieran muchos votantes cambiar de opción, ya que X se mostró “crítica”, echada ‘padelante’ y desnudando insistentemente la corrupción oficial.
Cada uno de los debatientes se dijeron ganadores
El formato del Instituto Nacional Electoral (INE), quien es el responsable de la organización de los debates, mejoró notablemente pero como tiene mala fama, particularmente la consejera responsable de la comisión respectiva, siempre tienen errores: esta vez se fue la señal de internet en la misma sala de prensa. instalada en los Estudios Churubusco, propiedad de Azteca, a cuyo dueño se ha señalado como defraudador fiscal.
En su primera intervención X pareció tender puentes: presentaría su intervención “sin odios ni divisiones” lo que no fue cierto. Avanzó en la crítica fundada en la incapacidad para combatir la delincuencia y el cobro de piso.
C atacó desde el principio a la candidata del pasado, del Pripan y carente de propuestas, según dijo. Se refirió al narcoestado en época de la administración de Calderón.
Máynez, como prefiere que le llamemos en campaña, articulado y siempre sonriente propuso cambios y mejoras con base en lo hecho en Jalisco y Nuevo León, con gobiernos estatales de Movimiento Ciudadano, su partido. Propuso una sociedad de prosperidad más que de consumo y en el llamado ‘newshoring’ o relocalizacion de empresas cerca de los mercados e insumos de producción. Criticó la militarización del país, se refirió, como X a la urgencia de contar con energías y aguas limpias. Ella incluso repitió la estrategia de Taboada, su candidato a la CDMex, de presentar en pantalla una muestra de agua contaminada supuestamente de Iztapalapa y ofrecer un ‘traguito’ a C, quien desde luego ignoró la oferta.
Tanto X como C insistieron en la necesidad de lograr mayor igualdad en las condiciones laborales entre hombres y mujeres, esto es, reducir las diferencias e inequidades.
Mientras M subrayó la necesidad de abolir las asignaciones directas en los proyectos asignados por los gobiernos federal, estatales y municipales.
Los tres subrayaron ampliamente su oferta pública de combate a la pobreza y a la desigualdad, aunque sin decir cómo, lo que es también previsible por limitaciones del tiempo, formato y capacidad.
C se refirió a la ‘priandilla inmobiliaria’ (cartel inmobiliario), y acusó a X de corrupta, con adquisición de contratos preferenciales por influencias y X acusó a C de robarse una casa, de contratos autoasignados a parientes y amigos, se refirió a la tragedia del Rébsamen y a la caída del metro por falta de mantenimiento.
Según las mediciones de especialistas el debate fue escuchado y visto por alrededor de 16 millones de votantes, todos los sesudos analistas posdebate coinciden en señalar que X, mejoró con respecto a su participación en el debate anterior, pero que no le alcanzó para más.
Que C no dio tregua y siguió fría, poco ingeniosa pero certera.
Que Máynez no existe, a pesar de sus buenas propuestas y señalado interés por la niñez.
Se vio en redes un limonazo (¿acaso montaje?), que algún lepero aventó con buen tino a la cara de X, lo que desde luego es no tener progenitora. Aquí esperamos que el tirador, si existe, sea desenmascarado y castigado.
Se sabe que C tiene actualmente 50% aprox de la intención del voto y X alrededor del 20% del mismo (Milenio, Mitosky). Otra; Claudia 54.4% y X 38.8 (El Universal).
Desde luego una dirá que nunca la otra la alcanzará y la otra dirá que ya están parejas.
¿Tendrá M la última palabra?
Ahora falta el tercero y último debate, sobre violencia e inseguridad. Se va a poner bueno, además, porque se celebrará cerca del día de las elecciones y se ha corrido la especie que es imposible defender la fallida estrategia y pobres resultados de esta administración en esa materia que lastima a la sociedad con sangre y muerte.
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