Calidad

En la agenda de todo gobierno moderno está escrita, infinidad de veces con sangre, la misión - visión de su razón, su razón primordial de elevar la calidad de vida de los gobernados o, cuando menos, de un grupo privilegiado de ellos.

Las grandes diferencias son estratégicas, de planeación y capacidad de ejecución, principalmente en la promoción de inversiones, empleos productivos, educación y salud de calidad, seguridad y apertura al exterior, por ejemplo, para hacer todo lo necesario y lograr el óptimo cumplimiento de objetivos y metas establecidas de acuerdo con las necesidades y carencias .

En otras palabras, la forma como se combinan los factores de la producción: trabajo, tierra, capital, organización y tecnología para generar oportunidades de mejora y progreso.

Así, la llamada ‘calidad de vida’ es la cuestión fundamental, aunque algunos la desprecien como utopía inalcanzable.

Hay gobiernos que históricamente favorecen la acumulación de capital entre las clases sociales con mayor capacidad económica y altos ingresos. Generalmente se basan en la menor intervención gubernamental en los procesos de generación y concentración de capital que incluso tienden a promover el impago impuestos, o lo menos posible, como sucedió por muchos años en México, en una sociedad profundamente desequilibrada y contradictoria, donde prevaleció la incultura de la simulación, de la elusión y evasión fiscales.

Otros gobiernos como el del famoso PejePresidente tienden a trabajar para hacer menos inequitativa la concentración de los ingresos y la riqueza entre la población y llevan al cabo programas sociales para reducir la pobreza y fomentar una sociedad lo más equilibrada e igualitaria posible.

La calidad de vida de la población tiene que ver desde la posibilidad de ejercer derechos políticos, electorales y de opinión, hasta tener acceso a educación y salud para acceder a mejores trabajos mejor pagados de acuerdo con sus afinidades e intereses y vinculados con las necesidades sociales de oferta y demanda.

Las comunidades requieren no sólo de autoridades locales ajenas a actos de corrupción y desvío de recursos públicos para beneficio de negocios privados.

Se requiere trabajo para cumplir promesas de campañas y satisfacción de necesidades como introducción de agua potable, drenajes, iluminación, pavimentación, respuesta y apoyo eficaz en casos de desastres naturales, entre otras prioridades.

Por ejemplo, en pavimentación y bacheo hay ciudades con miles de hoyos, donde el programa de recursos asignado por el programa de regularización de autos chocolate generó recursos siempre insuficientes o desviados como es el caso icónico de Tijuana, donde no caer en un hoyo es digno de ‘magia escapatoria’.

Las escuelas deben de contar con maestros capacitados y apoyo administrativo, instalaciones y comunicaciones adecuadas y modernas, distribución de libros y textos gratuitos, computadoras y canchas deportivas. Además de la certeza de que los educandos continúen su trabajo productivo académico y laboral.

En salud se requiere contar con hospitales generales y de especialidades, con laboratorios modernos, médicos y enfermeras capaces y capacitados. Se necesitan medicinas y farmacias con precios competitivos además de centros de distribución gratuitos.

Es urgente acabar, asimismo, con la violencia y la inseguridad que están en todas partes del país, sobre todo en estados vinculados a la producción y distribución de drogas, a la extorsión y al cobro de piso.

Además, de acuerdo con los resultados en París, es también necesario revisar y mejorar las políticas deportivas oficiales que mínimos apoyos otorgaron a deportistas con tan pobres resultados comparativos.

La CALIDAD en todas sus manifestaciones es lo que debemos de promover en nuestro país, desde los servicios bancarios y financieros, programas sociales, cobro de impuestos, permisos de construcción y en forma relevante combatir la manipulación informativa de periódicos y locutores de radio y televisión campeones de perogrulladas y polarización.

La calidad se contrapone al histórico ¡ahí se va! Ya es tiempo de ser mejores para nuestro propio beneficio y progreso.

Trabajemos todos por un mejor país, más justo, menos polarizado, más educado, más sano y menos violento.

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