PARRESHÍA

Un entrevistado que sí responde a los golpes

Un entrevistado que sí responde a los golpes

Foto Copyright: lfmopinion.com

Con El Bronco hemos topado: conclusión en Tercer Grado.

Pues los que esperamos un panel desabrido nos topamos con El Bronco.

Posiblemente sus entrevistadores esperaban doblegarlo y salieron vapuleados; en algunos casos los sacó de sus casillas, especialmente a López Dóriga y nos mostró a alguien que no se amilana ante el poder de los medios.

La sorpresa y pasmo de los dueños del micrófono fue encontrar a un entrevistado dispuesto a no dejarse socavar.

Epónimo será el encuentro que veamos cuando vaya a la mesa de Milenio y enfrente a Aguilar Camín que de delincuente no lo baja. Se aceptan apuestas.

Fue ostensible, ya corridas las cinco entrevistas, el entreguismo para con Andrés Manuel.

La entrevista de Jaime Rodríguez tuvo, además de López Dóriga, Rene Delgado y Zuckermann, otra damnificada, Margarita Zavala, quien aún gozaba de los cinco minutos de reflector en esta campaña, pero que vio opacada su salida con lo bronco de El Bronco.

Ahora bien, poco es rescatable en materia de contenidos de la entrevista de ayer. A fin de cuentas a eso no fue invitado a la contienda el Gobernador con licencia, así que el olmo no dio ni dará peras. Milagritos al Tepeyac.

Destaco, sin embargo, dos cosas: su defensa en torno a las imputaciones hechas contra él por el INE en relación a las firmas de sus apoyos ciudadanos. Jaime puso la bala en el centro del problema: la aplicación no funcionó nunca, el INE no tomó las medidas correctivas contra ello sino que dejó correr la bola y, al abrir la aplicación a quien fuera (cuentas concentradoras), permitió que cualquiera subiera apoyos sin conocimiento y control del aspirante. Finalmente: el INE es obra de los partidos y los Consejeros sus cuotas.

El segundo tema a destacar es que en todo momento se asumió regresando a gobernar Nuevo León, arrostrando, en su caso, los costos de una votación ridícula. Lo cual confirma lo que todo mundo sabe y Rene Delgado le arrojó a la cara ayer: ser Patiño de alguien.

El tema de la salud de Andrés se abre paso en la deliberación pública sin que ni él ni sus múltiples voceros aporten una explicación creíble.

En la Coparmex vimos al Andrés del amor y paz, a ver cuánto nos dura el gusto.

Anaya sigue desaparecido, sus eventos y mensajes hacen ruido, más no mensaje.

A Meade no le fue mal con los empresarios, lo que no es necesariamente novedoso.

Y así llegamos a velar las armas para el domingo.

Trump les puso el balón para gol con sus calificativos contra migrantes y la cerrazón contra el TLC.

Poco vivirá el que no vea el desenlace.

Queda claro que para Meade es la última llamada, si no despunta en este debate puede hacer las maletas y alcanzar a Margarita.

De Anaya veremos el mismo performance de la vez pasada, pero no todo es articulación, sonrisa y labia.

López se aprecia cansado y contra las cuerdas, y será el tiro al blanco del debate.

Y El Bronco será el bronco. Qué más.

#LFMOpinión
#Bronco
#TercerGrado
#Debate

Luis Farias Mackey

Luis Farias Mackey

Ser o no ser, preguntó Hamlet. ¿Soy éste que soy?, preguntó Quetzalcóatl. ¿Vivo yo todavía?, preguntó Zaratustra. La primera es una opción binaria: sé es o no sé es. La segunda es la trama de la vida misma: ser lo que sé es. La tercera es descubrir si, siendo, efectivamente aún sé es. Vivir es un descubrimiento de lo que sé es a cada instante. Porque vivir es hurgar en el cielo y en las entrañas, en los otros -de afuera y de adentro-, del pasado y del presente, de la realidad y la fantasía, de la luz y de las sombras. Es escuchar el silencio en el ruido. Es darse y perderse para renacer y encontrarse. Sólo somos un bosquejo. Nada más paradójico: el día que podemos decir qué somos en definitiva, es que ya no somos. Nuestra vida es una obra terminada, cuando cesa. Así que soy un siendo y un haciéndome. Una búsqueda. Una pregunta al viento. Un tránsito, un puente, un ocaso que no cesa nunca de preguntarse si todavía es.

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